Aunque el desarrollo inmobiliario industrial ha sido destacado como el motor económico esperado con la llegada del nearshoring a México, no se puede pasar por alto el impacto positivo en el sector de la construcción de viviendas para los trabajadores. La idea es garantizar que los empleados de los nuevos proyectos cuenten con espacios habitacionales dignos.

Según cifras del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM), en 2023 se registraron $13,244 millones de pesos en firmas de créditos y $9,876 millones de pesos entregados a desarrolladores inmobiliarios, representando un crecimiento del 17% respecto a 2022. En los últimos cinco años, la cartera ha experimentado un incremento del 63%, pasando de $6,042 millones de pesos a las cifras mencionadas.

Es relevante destacar que el BIM opera más de 2,693 fideicomisos, y el total captado en servicios fiduciarios al cierre de 2023 fue de $66,971 millones de pesos, reflejando un crecimiento anual del 34.8% en comparación con 2022, y un aumento superior al 150% en comparación con los $26,538 millones de pesos registrados en 2019.

Rodrigo Padilla Quiroz, director general del BIM, anticipa que para 2024, el banco tiene la intención de otorgar alrededor de 14,200 millones de pesos en crédito puente para financiar la construcción de 15,000 viviendas. Sin embargo, subraya el desafío persistente en la falta de construcción de viviendas económicas, instando a la industria a abordar la demanda donde se encuentra la mayor parte de la población.

En cuanto al mercado hipotecario, Carlos Martínez, director general del INFONAVIT, destaca la creciente demanda de viviendas en áreas de nuevas inversiones y alto desarrollo industrial. Martínez señala que los nuevos instrumentos financieros creados por el instituto ofrecen oportunidades para que los trabajadores accedan a viviendas en estas zonas.

El director de INFONAVIT enfatiza la importancia de la conectividad, servicios cercanos y entornos urbanos en la oferta inmobiliaria, respondiendo a las expectativas de los consumidores que buscan una vida comunitaria sin largos desplazamientos al trabajo y con seguridad para sus familias.

Martínez destaca que la reforma a la Ley de Ahorro para el Retiro en 2020 ha permitido la creación de nuevos productos financieros, facilitando la obtención de créditos para los trabajadores. Estos productos incluyen créditos para adquirir terrenos, construcción, acceso para personas no cotizantes, reestructuración de créditos hipotecarios para obtener tasas más favorables, entre otros.

Mirando hacia el futuro, la posible reducción en las tasas de interés de referencia en México podría beneficiar a los trabajadores al ofrecer créditos con menores tasas de interés.

Shares: