San Juan del Río, Qro.— El reciente pronunciamiento del senador Agustín Dorantes Lámbarri sobre la situación política en San Juan del Río parece, a primera vista, un respaldo institucional a la administración del alcalde Roberto Cabrera. Sin embargo, leído en clave política, el mensaje revela un objetivo claro: cerrar filas y evitar que las discusiones sobre candidaturas o posibles alianzas debiliten al PAN antes de tiempo.
Dorantes, alineado con el presidente estatal del PAN, Martín Arango, descartó hablar de acuerdos con otras fuerzas políticas para 2027 y sostuvo que “la mejor estrategia” es que Cabrera siga acumulando resultados positivos. En otras palabras, la apuesta es capitalizar la gestión actual como principal carta electoral, incluso sin mencionar por ahora la reelección o un relevo.
El énfasis en la “unidad interna” y en aplazar el debate sobre alianzas es también una señal hacia el interior del panismo: cualquier fractura prematura podría abrir espacio a la oposición en un municipio clave para el mapa electoral del estado. Y aunque el discurso oficial transmite confianza en un triunfo panista “garantizado”, el solo hecho de abordarlo en público indica que el partido es consciente de que el escenario político puede cambiar en dos años.
En resumen, más que un simple mensaje de respaldo, las declaraciones de Dorantes funcionan como un movimiento preventivo para blindar al PAN en San Juan del Río, mantener cohesionada la estructura y controlar la narrativa antes de que la contienda de 2027 entre en su etapa decisiva.






