El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) no implica ceder la soberanía nacional, por lo que los asuntos del país —como es el caso de la iniciativa de reforma al Poder Judicial— son discutidos y resueltos por las instancias mexicanas correspondientes.

“Esto es un asunto de los mexicanos y se está resolviendo en las instituciones de nuestro país y ahí le andan buscando la forma, dándole la vuelta, se andan por las ramas diciendo: ‘no, es que como hay un tratado comercial nos podemos meter’. No. Si el tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía; el tratado es comercial, es para tener una muy buena relación económica-comercial que nos conviene a las dos naciones, pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un Estado asociado”, remarcó.

“Aun en el caso, que no es real, de que hubiese sanciones a México, nosotros los mexicanos tenemos que poner por delante nuestra soberanía, o sea, no podemos someternos; es la historia de México, es el sacrificio de mucha gente por lograr una patria libre, independiente, soberana. Eso está por encima de cualquier tratado”, agregó.

Tras las declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, sobre la reforma al Poder Judicial, el mandatario indicó que “no pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero, a tratar asuntos que sólo corresponden a los mexicanos. Es un principio básico de independencia, de soberanía”.

En conferencia de prensa matutina sostuvo que la relación económica entre México y Estados Unidos es tan relevante que “ya no es posible romperla”.

“Es importante tener una política de integración económica y comercial con Estados Unidos y Canadá; nos conviene a los tres países de América del Norte para poder crecer y tener una zona económica-comercial fuerte con relación a otras regiones del mundo, incluso no sólo América del Norte sino toda América para que se convierta en la región más poderosa hacia adelante en lo económico, en lo comercial, entonces no hay por ahí nada racional que pueda llevar a una ruptura”, explicó.

“Nos necesitamos mutuamente para crecer y nos ha ido muy bien, nos va a seguir yendo muy bien, pero todavía existe esa inercia que viene de tiempo atrás de no respetar la independencia, la soberanía de los pueblos, pero yo no pierdo la fe —porque yo soy un hombre de fe— y pienso que poco a poco se va a ir logrando que se respete cada vez más la independencia y la soberanía de nuestro país y hay avances muy importantes”, añadió en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional.

En la actual integración económica, dijo, es fundamental el diálogo y fomentar un ambiente de respeto.

“No es pleito. Es nada más aclarar que somos países independientes y soberanos, muy respetuosos de nuestra relación de amistad, de cooperación, pero no es posible que un embajador extranjero opine lo que está bien o lo que está mal en nuestro país; esa no es la función de un embajador”, señaló.

El presidente López Obrador reiteró que la política exterior de México se fundamenta en la Constitución, la cual establece la no intervención y autodeterminación de los pueblos.

“¿Cómo a estas horas, en estos tiempos, vamos a dar marcha atrás si son principios fundamentales? Y, no es ningún pleito con el embajador, él es una muy buena persona, pero es una política y no siempre vamos a coincidir”, planteó.

La reforma al Poder Judicial, recordó, enfrenta una campaña de especulación y desinformación por parte del bloque conservador. Al respecto, aseguró que el pueblo de México está politizado, es consciente y el actor principal de la Cuarta Transformación.

Insistió en que la iniciativa constitucional consiste en la elección democrática de jueces, magistrados y ministros con el propósito de limpiar de corrupción al Poder Judicial.

“Ha habido mucha especulación sobre este tema por nuestros adversarios y por los que no quieren la democracia; están mostrando el cobre, no quieren que sea el pueblo el que decida. Pregunten ustedes a la gente si quieren que a los ministros de la Corte, los jueces, los nombren desde el Poder Legislativo o que los elija el pueblo y la mayoría de los mexicanos está a favor de que el pueblo elija a los jueces, a los magistrados, a los ministros. Así de sencillo y eso es la democracia”, abundó.

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