Una histórica y controvertida sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido ha desatado una oleada de indignación entre figuras destacadas de la comunidad LGBTQ+, especialmente entre artistas del programa de la BBC RuPaul’s Drag Race UK. La decisión, emitida de forma unánime por cinco jueces, establece que la definición legal de “mujer” en el contexto de la Ley de Igualdad británica se limita al sexo biológico. Esto permite excluir a mujeres trans de espacios reservados exclusivamente para mujeres, como vestuarios, refugios, baños y servicios de asesoramiento.
Esta resolución ha sido duramente criticada por activistas y artistas, quienes consideran que marginará aún más a las personas trans. Divina De Campo, subcampeona de la primera temporada del programa, expresó su rechazo tajante en redes sociales: “No volveremos a las sombras para que os sintáis cómodos. Vete a la mierda”, escribió en X (antes Twitter).
Tayce, finalista de la segunda temporada, también reaccionó con indignación a través de Instagram, calificando al tribunal de “pedazo de mierda” y mostrando su apoyo a la comunidad trans con mensajes como: “Nada ni nadie puede borrarTE”.
La ganadora de Drag Race: Reino Unido contra el mundo, Tia Kofi, se sumó al rechazo, haciendo un llamado a la solidaridad: “Ahora más que nunca, debemos ser aliados de la comunidad trans. No se puede esperar que sean sólo las personas trans las que alcen la voz para luchar por su propia existencia”, expresó en un video difundido por PinkNews.
Pese a la polémica, el juez Patrick Hodge aclaró que la sentencia no elimina la protección legal de las personas trans, quienes continúan amparadas contra la discriminación por cambio de sexo.
Por otro lado, grupos defensores de los derechos de las mujeres celebraron la decisión. La autora JK Rowling y organizaciones como For Women Scotland defendieron el fallo como un triunfo del sentido común y de la realidad biológica. “Todo el mundo sabe lo que es el sexo y no se puede cambiar”, declaró Susan Smith, codirectora de dicha organización.
El fallo marca un hito en el debate sobre derechos trans y espacios diferenciados por sexo, y ha intensificado la polarización entre sectores que reclaman protección y reconocimiento para las personas trans y quienes defienden la distinción legal basada en el sexo biológico.
