Irán lanzó este martes un ataque con decenas de misiles contra Israel, mientras las sirenas de alarma sonaban en todo el país y las autoridades instaban a los ciudadanos a resguardarse en refugios para mantenerse a salvo.
Tras el ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que no tenían constancia de que se hubieran producido heridos graves y que la población tenía “permitido dejar los espacios protegidos en todas las zonas a lo largo del país”.
Durante la ofensiva iraní se escucharon explosiones en la ciudad de Tel Aviv, en el centro del país, y se vieron proyectiles sobrevolando la zona, aunque la mayoría fueron interceptados por los sistema de defensa aérea israelíes, con la ayuda de buques estadounidenses.
Las FDI dijeron que Irán había lanzado unos 180 misiles.
El ataque iraní se produjo horas después de que Israel iniciara una invasión en el sur de Líbano con el objetivo de acabar con las capacidades de la milicia chiita Hezbolá, aliada de Teherán.
La televisión estatal iraní emitió este martes un comunicado del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) confirmando que se habían lanzado “docenas” de misiles hacia Israel y amenazando con otro ataque si los israelíes responden.
El CGRI dijo que el ataque con misiles se llevó a cabo como represalia por el asesinato en julio del líder de Hamás, Ismail Haniya, así como el del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ocurrido el pasado viernes, y por la muerte de libaneses y palestinos.
Más tarde, el presidente iraní Masoud Pezeshkian dijo en una publicación en redes sociales el martes que Teherán llevo a cabo “una fuerte respuesta a la agresión del régimen sionista”.
“Irán no busca la guerra pero afrontará cualquier amenaza con firmeza”, añadió.