Hasta Perú-2004 había que viajar para encontrar a Chile eliminado en una primera fase de Copa América. Veinte años después, La Roja repite el mismo destino en Estados Unidos-2024 con el agravante de marcharse sin victorias y sin anotar goles en tres partidos.

La pobrísima presentación de Chile en la Copa América en Estados Unidos no es casualidad. Obedece exclusivamente a un fallido proceso de renovación de la consagrada Generación Dorada, tardío o casi nulo en posiciones clave para el armado y funcionamiento del equipo.

Chile alcanzó su máximo grado de competitividad con los títulos continentales de 2015 y 2016, obtenidos con una camada de futbolistas notables, como Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Claudio Bravo, Gary Medel, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Mauricio Isla y Eduardo Vargas, entre otros.

Pero el salto de calidad que dio en Sudamérica no logró traducirlo después al no poder clasificar a los Mundiales de Rusia-2018 y Catar-2022, y también corre riesgo de perderse la cita norteamericana de 2026 al estar antepenúltimo en el clasificatorio sudamericano, disputadas seis de sus 18 fechas.

El fútbol chileno se amparó en los laureles conseguidos y olvidó que la alta competencia exige constante renovación. Demoró en el recambio generacional extendiéndole la fecha de caducidad a sus viejas glorias, y, en otros casos, tampoco encontró suficiente talento para suplirlos.

  • Nada es para siempre –

Desde que Juan Antonio Pizzi ganó en 2016 la Copa América Centenario en Estados Unidos, y un año después renunció al no poder clasificar a Rusia-2018, Chile ha tenido a cuatro técnicos en el banquillo sin éxito entre 2017 y 2023 hasta llegar al argentino Ricardo Gareca.

Todos han elogiado a la Generación Dorada. Echaron mano de ella, pero también advirtieron con tiempo las dificultades que encontraron en el fútbol local para impulsar la renovación, y ante la escasez de nuevos jugadores terminaron condenados a darle un último oxígeno a los veteranos ídolos.

Fue así como ‘el Tigre’ Gareca, en funciones desde enero, apostó por Alexis Sánchez, de 35 años, y Edu Vargas, de 34, para liderar el ataque de La Roja en Estados Unidos.

Pero las estadísticas no mienten: sólo una situación de gol, malograda por Sánchez en el 0-0 ante Perú, sumaron los dos delanteros en los tres partidos disputados en la Copa América.

En la derrota 1-0 ante Argentina, las dos oportunidades que Chile tuvo para convertir llegaron por remates de Rodrigo Echeverría, un volante de primera línea. Y ante Canadá, con la imperiosa necesidad de ganar para avanzar a los cuartos de final, la única situación corrió por cuenta del delantero Víctor Dávila (CSKA Moscú), de 26 años.

  • El largo camino a seguir –

Contra la improductividad ofensiva de La Roja, con apenas cuatro situaciones de gol en 270 minutos, Gareca tendrá que batallar para la reanudación del camino eliminatorio al Mundial de 2026 en septiembre y, para colmo, la campeona mundial Argentina y defensora del título continental en Estados Unidos, lo espera en Buenos Aires.

“Creemos en el grupo que vino a participar de esta Copa América. Se hizo un análisis muy detallado para que los mejores jugadores estuvieran en esta Copa (…) Seguiremos reafirmando la confianza en este grupo de jugadores”, señaló el uruguayo Sergio Santín, asistente técnico de Gareca tras la eliminación.

“La Copa América es un torneo muy importante, nos duele por supuesto este final, pero el objetivo de Chile es la eliminatoria, volver a un Mundial”, remarcó el entrenador.

Chile se quejó por el arbitraje del colombiano Wilmar Roldán, sobre todo por un codazo de Moise Bombito sobre Echeverría que no fue sancionado ni advertido por el VAR, pero olvidó hacer la autocrítica en los micrófonos para responder el porqué de su pobre Copa América.

La Roja precisa un cambio de modelo entendiendo que lo conseguido quedó en el pasado y que para volver al más alto nivel requiere reconocer la dura realidad e invertir en un largo y dispendioso proceso de búsqueda de una base competitiva, de la que hoy claramente no dispone.

Shares: