Mientras Ucrania intenta movilizar un número suficiente de nuevos soldados para repeler la invasión rusa, cada vez más unidades de su ejército han tomado en sus propias manos la tarea de encontrar a los reclutas más motivados y adecuar sus aptitudes a las necesidades de la defensa.
Se oyen disparos amortiguados en un bosque mientras dos grupos de personas vestidas de militar se enfrentan en una feroz lucha que debe simular la realidad en el campo de batalla.
Pero, en lugar de caer al suelo como se haría en el frente, al ser alcanzados por el enemigo los miembros del grupo atacado levantan uno a uno las manos.
Una veintena de jóvenes participa en un campamento de tres días de duración, organizado conjuntamente por el centro de formación militar ‘Reservist’ y la 3ª Brigada de Asalto del Ejército ucraniano.
“Intentamos recrear al máximo la experiencia real de estar en el ejército”, explica “Lucky”, jefe de reclutamiento de la brigada en Leópolis, en el oeste de Ucrania, que luchó durante seis meses cerca de la ciudad de Bajmut, ocupada por Rusia el año pasado.
El entrenamiento es una oportunidad para que los participantes civiles se pongan a prueba y hagan preguntas sobre la brigada.
Algunos de ellos consideran la posibilidad de convertirse en soldados, pero quieren saber más antes de dar el paso definitivo, explica “Lucky”.