Paula Badosa se clasificó este miércoles por primera vez en su carrera para la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos tras vencer a la estadounidense Taylor Townsend.

Número 29 del mundo, la española se impuso a Townsend (n.48) por 6-3 y 7-5 en una hora y 40 minutos.

Badosa, que está disfrutando de un espectacular momento de forma y de juego, se enfrentará en su siguiente partido a la rumana Elena-Gabriela Ruse (n.122), que, llegando de las rondas previas, dio la campanada superando a la checa Barbora Krejcikova (n.8 y campeona este año en Wimbledon) por 6-4 y 7-5 en una hora y 45 minutos.

Nacida en Nueva York, la catalana arrastraba una maldición en el ‘grand slam’ de la Gran Manzana ya que jamás había superado la segunda ronda: en 2019 y 2020 cayó a las primeras de cambio, en 2021 y 2022 se despidió en su segundo encuentro y en 2023 se retiró por lesión antes de jugar.

Hasta el momento, su mejor resultado en un ‘grande’ son los cuartos de final de Roland Garros en 2021.

Pero este año parecía especialmente propicio para que Badosa brillara en la tierra que le vio nacer hace 26 años, tras una espectacular gira de preparación por Norteamérica en pista dura en la que conquistó el WTA 500 de Washington (su primer torneo desde enero de 2022) y alcanzó las semifinales del WTA 1.000 de Cincinnati dejando por fin en el retrovisor un calvario de lesiones y malos resultados.

Concentrada y muy segura

Con todo ello en la mente, Badosa se encargó de descorchar este miércoles a las 11 de la mañana la acción en el Louis Armstrong, el segundo estadio más grande del Abierto de EE.UU.

Bajo un pesado sol (luego el cielo se nublaría) y rozando los 30 grados, la española empezó muy concentrada, con las cosas claras, muy segura con su saque y moviendo de lado a lado a una rival a la que ya eliminó este año en la primera ronda del Abierto de Australia.

Zurda, especialista en dobles (ganó en esa modalidad en la última edición de Wimbledon) y con una complexión más robusta y potente que el habitual estereotipo físico de las tenistas, Townsend no tardó en perder terreno ante una Badosa muy superior y que en poco más de un cuarto de hora ya le había roto el servicio y caminaba con paso firme con 3-1 a su favor.

“Enorme, enorme”, le decía su entrenador Pol Toledo

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