La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió con firmeza la reciente prohibición del uso, comercialización y producción de vapeadores y cigarrillos electrónicos en el país, una medida que ha generado tanto respaldo como controversia. Durante su conferencia matutina en el Palacio Nacional, Sheinbaum subrayó la urgencia de proteger la salud de la población, especialmente la de los jóvenes, frente a los graves riesgos asociados con estos dispositivos.
Una reforma constitucional con impacto en la salud pública
El Senado mexicano aprobó el 11 de diciembre una reforma constitucional que no solo restringe el uso de vapeadores, sino que también abarca la producción de precursores químicos y drogas sintéticas como el fentanilo ilegal. Para Sheinbaum, esta decisión representa un avance significativo en la consolidación de políticas públicas orientadas a la prevención de enfermedades y adicciones.
La mandataria explicó que las sanciones y mecanismos específicos para aplicar esta prohibición se establecerán mediante reglamentación secundaria, la cual será clave para asegurar la efectividad de la reforma.
Los riesgos invisibles de los vapeadores
Sheinbaum destacó los hallazgos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que identificaron más de 30 sustancias químicas peligrosas en los vapeadores, incluyendo benceno, tolueno y formaldehído. Estas sustancias están asociadas con enfermedades graves como cáncer, daños en órganos vitales y problemas respiratorios.
“Es un mensaje muy claro, para que las y los jóvenes, adolescentes, que usan los vapeadores vean nada más las sustancias que tiene. Parece que el efecto de los vapeadores es menor que el cigarro, y resulta que hay sustancias que hacen muchísimo daño a la salud”, afirmó la presidenta.
Además, Armida Zúñiga, directora de Cofepris, señaló que durante el proceso de combustión, los vapeadores pueden liberar hasta 167 compuestos tóxicos, lo que los convierte en dispositivos especialmente dañinos.
Un esfuerzo integral contra los vapeadores
Sheinbaum enfatizó que el gobierno utilizará todas las herramientas institucionales disponibles para garantizar la regulación y supervisión de estos dispositivos a través de Cofepris. Asimismo, resaltó que la reforma es solo el primer paso de una política más amplia para combatir las adicciones en el país.
Hasta la fecha, Cofepris ha decomisado más de 35,000 vapeadores como parte de sus operativos. La dependencia continuará trabajando en colaboración con centros de investigación para fortalecer la vigilancia sanitaria y proteger a los sectores más vulnerables, particularmente a los jóvenes, quienes son los principales consumidores de estos productos.
Un modelo de prevención para el futuro
Con esta medida, México busca alinearse con las recomendaciones de organismos internacionales que han alertado sobre los peligros de los vapeadores. Expertos consideran que estos dispositivos no solo son perjudiciales por sí mismos, sino que también funcionan como “puertas de entrada” hacia otras adicciones, incluyendo el tabaquismo convencional.
Aunque la prohibición ha sido celebrada por algunos sectores como un paso crucial en la defensa de la salud pública, también ha generado críticas por parte de quienes cuestionan su implementación y efectividad. La reglamentación secundaria será determinante para establecer cómo se aplicarán las sanciones y qué mecanismos se pondrán en marcha para asegurar el cumplimiento de la reforma.