Los padres de Omer Neutra, un joven militar con doble nacionalidad estadounidense-israelí secuestrado por Hamás el pasado 7 de octubre, confían en que el presidente Joe Biden logre liberar a su hijo, uno de los 240 rehenes en manos del grupo armado palestino, de los que no han vuelto a saber nada desde hace un mes.
“Sentimos que vivimos en un universo paralelo al de ustedes” dice Ronen Neutra, el padre. “No comemos ni dormimos bien. Hemos dejado de trabajar. Tenemos un pequeño negocio y no hemos vuelto. Todo se ha parado”, agrega, junto a su esposa Orna, en una entrevista con la AFP.
“Parece que hubieran pasado 3 meses, pero al mismo tiempo es como si hubiera sido ayer”, resume la madre, que recuerda que los padres de ambos son supervivientes del Holocausto.
Nadie sabe nada sobre su situación, si están heridos, si son alimentados, dice, ni lo que quiere Hamás, cuyo ataque en Israel dejó 1.400 muertos, la mayoría civiles, además de los 240 secuestrados, según las autoridades israelíes.
Esto motivó una respuesta militar sin precedentes del estado hebreo contra la Franja de Gaza para destruir a Hamás, en la que han muerto más de 10.500 personas, entre ellas más de 4.000 niños, según las autoridades del territorio.
Israel se retiró de la Franja de Gaza en 2005 y dos años después impuso un bloqueo aéreo, marítimo y terrestre, mientras Hamás se hacía con el control del territorio palestino.
En los años previos a la última guerra entre Hamás e Israel, más de 6.400 palestinos y 300 israelíes murieron en el conflicto, según datos de Naciones Unidas desde 2008 hasta este mes de septiembre.
Washington cree que actualmente hay 10 rehenes estadounidenses retenidos por Hamás en Gaza, después de la liberación de otros dos el mes pasado.
La administración de Joe Biden, que ha dado su incondicional apoyo a Israel en la guerra contra Hamás, ha prometido que hará todo lo posible para que los rehenes regresen a casa.
Tras un encuentro por vídeoconferencia el pasado 13 de octubre con las familias de los secuestrados, el presidente manifestó que su administración “no va parar hasta que los traigamos a casa”.
Este miércoles se vislumbró un rayo de esperanza para muchas familias angustiadas, después de que una fuente cercana a Hamás informó de que hay negociaciones en curso para liberar a una docena de rehenes, entre ellos seis estadounidenses, a cambio de un alto el fuego de tres días en Gaza.
- “Buenas razones –
Crecido en Long Island (este de Nueva York), Omer, que cumplió 22 años el pasado 15 de octubre en cautiverio, decidió irse un tiempo a Israel, para “vivir la experiencia del país por su cuenta”.
Tras trabajar con niños con discapacidad, pospuso sus estudios en la universidad y decidió hacer el servicio militar en Israel, como antes hicieron sus padres y la mayoría de jóvenes israelíes.
“Simplemente pensamos que era una gran oportunidad para que conociera otra gente y comprender el conflicto en Israel y tomar una decisión sobre sus próximos pasos”, dice el padre.
“Se fue por las buenas razones; sentía que quería proteger, no es el tipo de chico que buscaba una guerra”, dice su madre que lo describe como un joven “feliz, sociable, deportista y divertido” con grandes dotes de liderazgo.
La última vez que los Neutra hablaron con su hijo fue el día anterior al ataque de Hamás.
Cuando empezaron a llegar las noticias del lanzamiento inusual de cohetes desde la Franja y la incursión de militantes de Hamás en territorio israelí, le mandaron mensajes para saber cómo estaba, pero “no hubo respuesta”, dice su padre.
El gobierno israelí les informó dos días después que el equipo del tanque había sido secuestrado, explica.
Según la familia, el tanque en el que estaba su hijo con otros tres compañeros vigilando la frontera con la Franja fue alcanzado por un misil. “Empezó a arder y tuvieron que abrirlo (…) y fueron capturados y llevados a Gaza”, explica el padre.
“Hacemos un llamamiento a todo el mundo civilizado para que se una y diga: esto está absolutamente mal, la Cruz Roja tiene que tener acceso (a los rehenes) y darles asistencia médica y hay que negociar el regreso con sus familias”, suplica la familia.