La relocalización de cadenas de valor o ‘nearshoring’ amenaza con agudizar la crisis de vivienda en la frontera norte de México, donde el precio de las propiedades subió casi un 12 % en el último año solo en Ciudad Juárez, según la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios.

El ‘nearshoaring’ ha provocado la llegada de miles de trabajadores extranjeros a Juárez, urbe fronteriza con la ciudad estadounidense de El Paso, Texas, lo que ha propiciado que la vivienda sea cada vez más cara y escasa, por lo que las maquiladoras ya construyen torres de apartamentos para albergar a sus trabajadores.

“Vienen muchas empresas a la ciudad y eso detona la cantidad de empleos. Necesitamos que haya vivienda para esos trabajadores, incluso hay torres de vivienda que se están proyectando en las zonas de la maquila”, indicó Marisela Sáenz, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios en Juárez.

Por ahora, la organización no tiene datos de cuántas viviendas más se necesitan, pero Sáenz expuso que las empresas con las mayores expansiones, como Foxconn y Wistron, ya tienen o están proyectando edificios para los extranjeros, pues no hay suficientes en el mercado.

Añadió que, por lo general, las empresas se hacen responsables del alquiler porque, al ser extranjeros, no tienen garantes o avales en México y no cumplen con los requisitos.

“Ellos pagan desde los 15.000 hasta los 25.000 pesos mensuales (entre unos 882 dólares y 1.470 dólares), dependiendo del puesto que traiga cada empleado, pero hay mucha necesidad para gente que viene a trabajar en las empresas”, abundó la corredora de bienes raíces.

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