Peter Arnett, el legendario corresponsal de guerra ganador del Premio Pulitzer que durante décadas esquivó balas y bombas para contar al mundo los horrores de los conflictos armados, murió este miércoles a los 91 años en Newport Beach, California.

Arnett obtuvo el Premio Pulitzer en 1966 por reportaje internacional gracias a su cobertura de la Guerra de Vietnam para The Associated Press. Su hijo, Andrew Arnett, informó que el periodista falleció rodeado de familiares y amigos, tras haber ingresado el sábado a cuidados paliativos debido a un cáncer de próstata.

Aunque durante años fue conocido sobre todo en los círculos periodísticos por su trabajo en Vietnam —donde informó entre 1962 y 1975—, se convirtió en un rostro familiar para millones de espectadores en 1991, cuando transmitió en vivo desde Bagdad para CNN durante la primera Guerra del Golfo. Mientras la mayoría de los periodistas occidentales había abandonado Irak, Arnett permaneció en la capital y narró por teléfono los primeros bombardeos encabezados por Estados Unidos.

“Ha habido una explosión muy cerca de mí, quizá la hayas oído”, dijo con serenidad al aire, mientras las sirenas antiaéreas resonaban de fondo. Aquella transmisión lo consolidó como una de las figuras más emblemáticas del periodismo de guerra en la era de las noticias por cable.

Entre balas y controversias

La cercanía de Arnett con el frente de batalla no era nueva. En enero de 1966, mientras acompañaba a un batallón estadounidense en Vietnam, presenció la muerte del teniente coronel George Eyster, abatido por disparos de francotiradores a escasos centímetros de él. Aquella experiencia marcó algunos de los textos más recordados de su carrera.

Arnett llegó a Vietnam apenas un año después de incorporarse a AP, tras haber sido expulsado de Indonesia por reportar el colapso económico del país. En la oficina de Saigón trabajó junto a figuras históricas del periodismo, como Malcolm Browne y Horst Faas, y permaneció en el país hasta la caída de la ciudad en 1975.

Tras dejar AP en 1981, se unió a CNN, donde volvió a cubrir conflictos internacionales y logró entrevistas exclusivas con líderes como Saddam Hussein y Osama bin Laden. En 1995 publicó sus memorias, Live From the Battlefield, donde relató 35 años informando desde zonas de guerra.

Su carrera también estuvo marcada por polémicas. En 1999 renunció a CNN tras la retractación de un reportaje que él narraba, y en 2003 fue despedido por NBC y National Geographic tras conceder una entrevista a la televisión estatal iraquí en la que criticó la estrategia militar estadounidense durante la segunda Guerra del Golfo. Pese a ello, continuó informando para cadenas internacionales en Asia, Medio Oriente y Europa.

Una vida dedicada al periodismo

Nacido el 13 de noviembre de 1934 en Riverton, Nueva Zelanda, Arnett descubrió el periodismo en el Southland Times. Más tarde trabajó en Tailandia y Laos, donde estableció los contactos que lo llevarían a AP y a una vida dedicada a narrar los conflictos del mundo.

En 2007 aceptó un puesto como profesor de periodismo en la Universidad de Shantou, en China, y se retiró definitivamente en 2014. Le sobreviven su esposa, Nina Nguyen, y sus hijos Elsa y Andrew.

“Encontré mi lugar”, recordó en una entrevista con AP al rememorar su primer día en una redacción. Ese lugar, para generaciones de lectores y espectadores, estuvo siempre lo más cerca posible de la historia… incluso cuando esa historia caía del cielo en forma de bombas.

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