El británico Lando Norris (McLaren) deslumbró este sábado en el GP de Hungría al anotar un tiempo 46 milésimas más rápido que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) y que le sirvió para llevarse la ‘pole position’ del circuito de Hungaroring y engancharse a la lucha por el liderato del Mundial.

Norris, que firmó un tiempo de un minuto, quince segundos y 227 milésimas, aprovechó la mejoría del McLaren en las últimas semanas para volar sobre el húmedo trazado de Hungaroring, en el que el español Carlos Sainz (Ferrari) saldrá cuarto este domingo y su compatriota Fernando Alonso (Aston Martin) sexto, tras no poder completar una vuelta perfecta al encontrarse con el accidente del japonés Yuki Tsunoda, que dejó la segunda bandera roja de la jornada.

Y es que minutos antes, en la primera ronda de la sesión, había sido el mexicano ‘Checo’ Pérez (Red Bull) el que se había estrellado con el muro, por lo que el piloto de Guadalajara (México) saldrá decimosexto en la carrera de este domingo, en la que los McLaren ocuparán la primera línea del circuito.

Esta salida, con Norris primero y el australiano Oscar Piastri (McLaren) segundo, es un momento perfecto para que Norris recorte alguno de los 84 puntos que le separan de Verstappen, líder del Mundial y que saldrá en tercera posición.

Aunque falta ya menos de medio Mundial por disputar, parece evidente que el ‘paseo triunfal’ de Verstappen de los últimos tiempos ha terminado. La mejora constante del McLaren, que ha conseguido evolucionar su monoplaza fin de semana a fin de semana y encaramar tanto a Norris como a Piastri en las posiciones más altas de la clasificación, permite pensar en un cambio de tendencia que podría acabar con emoción hasta el final de curso.

Verstappen acumula dos fines de semana consecutivos sin sumar un triunfo y podrían ser tres este mismo domingo si los McLaren logran mantener las mismas posiciones con las que saldrán este sábado.

Aunque para correr primero hay que andar, Norris, que llegó a liderar en Silverstone pese a terminar tercero y que se llegó a poner primero en Austria, tiene la oportunidad de recortar puntos en su mano.

A pesar de que todavía son 84 los puntos que les separan, la consistencia del monoplaza parece que ayuda a las ‘manos’ de Norris, que, además, cuenta con un escudero con el que no tiene Verstappen: Oscar Piastri.

Piastri, segundo y a apenas 22 milésimas de Norris este sábado, podrá ayudar a gestionar la carrera del británico, mientras que Verstappen no podrá contar con la ayuda de un ‘Checo’ Pérez que sigue sin encontrar el ritmo de su monoplaza y que, para colmo, tendrá que salir décimo sexto al perder el monoplaza en la primera sesión de clasificación y provocar una bandera roja.

Alonso mejora y Sainz vuelve a superar a Leclerc

El piloto madrileño llegó a Hungría con la esperanza de poder alcanzar la tercera plaza del Mundial este fin de semana y está en un sitio perfecto para lograrlo. Aunque acabó a casi medio segundo de Norris, volvió a ganarle la partida, una clasificación más al monegasco Charles Leclerc (Ferrari), su compañero de equipo, y este domingo podría recortar los cuatro puntos que tiene respecto al monegasco, con muchos problemas de regularidad, e incluso superarle.

Leclerc lleva dos fines de semana consecutivos sin sumar puntos, mientras que Sainz, que completó una buena vuelta este sábado y fue ‘el primero de los mortales’ tras los McLaren y Verstappen, sigue firme en su cita con los puntos, a pesar de perderse un gran premio al ser operado de apendicitis, lo que muestra la igualdad entre los dos pilotos de la parrilla.

También hay igualdad entre los Aston Martin, aunque la magia de Alonso se hizo sentir y superó a su compañero, el canadiense Lance Stroll (Aston Martin), en la clasificación de este sábado. Con casi dos décimas de holgura respecto al canadiense, Alonso será séptimo este domingo y parece que las -casi soñadas- mejoras han funcionado, al menos para entrar ambos monoplazas en la Q3.

Así, Norris mandó, como lleva ocurriendo en todo el fin de semana, en la clasificación de este sábado, que contó con dos banderas rojas, la de Pérez y la de Tsunoda -a falta de dos minutos para terminar la Q3-, que condicionaron una jornada en la que la lluvia quiso ser protagonista.

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