Durante la ceremonia que se celebró en el Teatro de la República, el mandatario queretano evocó el anhelo maderista que sigue vigente: sufragio efectivo, no reelección. Afirmó que la gran contribución de la Constitución de 1917 que nos rige, consagra el principio fundamental que la gente se exprese, se organice, critique, vote y que su voto cuente y se respete. En este sentido, refirió que la libertad y la democracia siguen siendo la única vía transitable para transformar a México.
“La libertad no puede sustituirse bajo la promesa de igualdad. La democracia no es canjeable por justicia social. Los contrapesos no entorpecen: facilitan porque limitan, porque iluminan, porque dan voz a las ideas de otros. La permanencia de un entramado de instituciones autónomas no son excluyentes, sino complemento imprescindible, de un modelo mejor de país: uno que nos de libertad con igualdad, democracia con progreso y concordia para que juntas y juntos construyamos el bien común que urge a la nación”, acotó.