Camisetas con su rostro, himnos, flores… Kenia rinde este viernes un último homenaje durante un funeral de Estado a su estrella fugaz del maratón Kelvin Kiptum, plusmarquista mundial fallecido en un accidente de coche.
El presidente de Kenia William Ruto y el presidente de la Federación Internacional de Altetismo (World Athletics) Sebastian Coe se desplazaron para la ocasión a Chepkorio, en el valle del Rift (oeste), donde Kelvin Kiptum nació, creció y murió. Ruto se situó cerca del ataúd abierto, frente al que se depositó un ramo de flores.
“Te echo de menos, serás siempre el amor de mi vida hasta que nos reencontremos. Prometo ser fuerte para el bien de nuestros hijos”, declaró la esposa de Kiptum Asenath Rotich, con lágrimas y emoción.
“Kelvin, te echaremos de menos”, aseguró por su parte Sebastian Coe, antes de añadir: “Nuestro dolor y nuestra tristeza tardarán en desaparecer. Pero te aseguro que tus logros son valiosos, imborrables y quedan inscritos en los anales de nuestra historia, jamás serán olvidados”.
Estrella ascendente del atletismo keniano y mundial, Kiptum firmó una entrada espectacular en el mundo del maratón al batir el récord del mundo de la disciplina durante su tercera carrera oficial, en octubre en Chicago (2h 00 min 35 s), que hasta ese momento estaba en manos de su compatriota Eliud Kipchoge.
Cientos de personas asistieron a la ceremonia, entre ellas la campeona keniana Faith Kipyegon, detentora del récord del mundo de los 1.500 m y que el año pasado tuvo brevemente en su posesión el récord de los 5.000 m, o el campeón del mundo de los 800 m (2012 y 2016) David Rudisha.
Varios deportistas, la mayoría de ellos vestidos con camisetas con el rostro del atleta, se pusieron de rodillas y rezaron brevemente, antes de lanzar pétalos de rosa sobre el féretro.
- Carrera meteórica –
Favorito para los Juegos Olímpicos de París, Kelvin Kiptum, casado y padre de dos hijos, falleció a los 24 años en la noche del domingo 11 de febrero, tras salirse de la carretera con su coche en la localidad de Kaptagat, en el valle del Rift, no demasiado lejos de su lugar de entrenamiento y residencia. Su entrenador, el ruandés Gervais Hakizimana, de 36 años, también falleció en el accidente.
Después del anunció del fallecimiento de esta leyenda de la carrera de fondo, el gobierno prometió un “adiós heroico”.
Quedará en la memoria colectiva de la disciplina su perfil de atleta delgado (1,78 m, 59 kg), volando sobre el asfalto de Chicago e incluso acelerando en la segunda mitad de la carrera, donde la mayoría de deportistas de la disciplina suelen bajar el ritmo.
El jueves, centenares de personas rindieron homenaje al atleta en las calles de Eldoret, enclave de la carrera a pie. El paso de sus aficionados ante el ataúd del deportista estuvo acompañado por momentos de cánticos y otros de respetuoso silencio.
En el otoño boreal, el atleta anunció que durante la maratón de Róterdam del 14 de abril intentaría convertirse en el primer hombre en correr un maratón oficial por debajo de las dos horas.
Según un médico forense, Kelvin Kiptum, cuyos análisis toxicológicos siguen en curso, falleció como consecuencia de graves heridas en la cabeza.
Como entrenamiento, Kiptum corría regularmente más de 250 kilómetros por semana, en ocasiones más de 300, cifras extrañas incluso al más alto nivel, aseguraba su entrenador, residente francés, que fue enterrado el miércoles en Ruanda.