El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, completó este viernes junto a su esposa su visita a Groenlandia, donde reiteró sus reproches a Dinamarca, que ostenta la soberanía de la isla, y el interés de su país en controlarla.
Vance acusó al gobierno danés de no haber invertido lo suficiente en garantizar la seguridad de Groenlandia y pronosticó que los groenlandeses querrán unirse a Estados Unidos una vez este territorio semiautónomo sea independiente de Dinamarca.
“Lo que creemos que va a pasar es que los groenlandeses van a elegir, a través de la autodeterminación, independizarse de Dinamarca y entonces vamos a tener conversaciones con el pueblo de Groenlandia”, dijo Vance.
Las encuestas muestran un apoyo mayoritario de la población local a la independencia de Dinamarca, pero también un amplio rechazo a una hipotética adhesión a Estados Unidos
Cuando le preguntaron a Vance si Estados Unidos había hecho planes militares para hacerse con el control de la isla, respondió: “No creemos que la fuerza militar vaya a ser nunca necesaria”.
Vance es el más alto cargo estadounidense que nunca ha visitado la isla y su viaje llega después de que el presidente Donald Trump haya repetido que Estados Unidos necesita tomar el control de la isla del Ártico.
Este mismo viernes, mientras Vance estaba en Groenlandia, Trump reiteró sus ambiciones en respuesta a los reporteros en la Casa Blanca.
“Tenemos que tener Groenlandia”, dijo el presidente, quien añadió que la isla es “muy importante para la paz en el mundo”.
Vance visitó la base espacial que el ejército de Estados Unidos tiene en Pituffik, en el noroeste de la isla, que juega un papel clave en el sistema de vigilancia antimisiles estadounidense.