EFE / Investigadores australianos han identificado un nuevo factor geológico clave para encontrar diamantes rosas en la superficie terrestre, donde pueden ser extraídos, según describe un estudio publicado este martes en la revista Nature Communications.

Hasta ahora, se conocía la necesidad de que hubiera carbono en las profundidades terrestres para la formación de diamantes y el papel de las fuerzas de colisión de las placas tectónicas para volverlos de color rosado.

Científicos de la Universidad de Curtin, en Australia, han descubierto un tercer ingrediente esencial para que el valioso mineral se encuentre en la superficie: el “estiramiento” de masas de tierra que permitió hace millones de años que corrientes de magma elevaran los diamantes desde las profundidades.

Para llegar a esa conclusión, el geólogo Hugo Olierook y su grupo han estudiado el volcán de Argyle, en el noroeste de Australia, una zona donde se encuentra una de las principales minas de diamantes rosas del mundo.

Su análisis sugiere que el volcán se formó hace 1.300 millones de años, 100 millones años antes de lo que se pensaba hasta ahora, y que su formación “fue resultado de la ruptura de un antiguo supercontinente”, describió Olierlook en un comunicado de su universidad.

“Mientras que el continente que acabaría convirtiéndose en Australia no se rompió, el área donde se encuentra Argyle quedó estirada”, lo cual “creó grietas en la corteza de la Tierra para que el magma saliera disparado hacia la superficie, trayendo con él diamantes rosados”, agregó.

Para encontrar “el próximo Argyle”, dijo el geólogo, son necesarios los tres ingredientes identificados hasta ahora: carbón en las profundidades, colisión continental y estiramiento.

“Argyle se encuentra en el punto de unión de dos de esos antiguos continentes, y esos bordes están cubiertos en muchas ocasiones de arena y tierra, lo que deja abierta la posibilidad de que otros volcanes similares, portadores de diamantes rosas, estén todavía por descubrir”, afirmó el geólogo.

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