El fabricante de automóviles Ford anunció este miércoles que está en conversaciones con la administración de Donald Trump para discutir los aranceles del 25 % que el gobierno estadounidense pretende imponer a México y Canadá. La compañía aseguró que la implementación de estas medidas podría eliminar “miles de millones de dólares en beneficios” y afectar negativamente al sector automotriz estadounidense.

Durante una teleconferencia con analistas, luego de la presentación de los resultados financieros de 2024, el presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley, reveló que han sostenido conversaciones con el equipo del nuevo presidente para abordar la preocupación del sector.

“Sobre la base de nuestras conversaciones en Washington con la Administración Trump y los líderes del Congreso, creemos que están comprometidos a fortalecer, no debilitar, el sector automotor de nuestro país”, declaró Farley. “Esas son nuestras expectativas y esperamos trabajar con nuestros líderes para asegurarnos de que se hace realidad, porque entienden y aprecian lo vital que es nuestro sector para el empleo, la economía, nuestra seguridad nacional y las comunidades en todo el país”.

El CEO de Ford subrayó el daño potencial que estos aranceles podrían causar a la industria automotriz estadounidense. “Sin duda, los aranceles del 25 % contra Canadá y México, si son implementados, tendrán un enorme impacto en nuestro sector. Miles de millones de dólares de beneficios desaparecerían y tendrían un efecto negativo en el empleo en EE.UU., así como en todo el sistema de nuestro sector. Los aranceles también supondrían precios más elevados para nuestros clientes”, agregó.

Farley también cuestionó la lógica detrás de la propuesta de Trump, señalando la incoherencia de imponer aranceles a dos de los principales socios comerciales y aliados de EE.UU., mientras que otros fabricantes extranjeros continúan importando sin barreras similares.

“Si las tarifas persisten, obviamente es un impacto devastador. Pero lo que no tiene sentido para mí es por qué estamos hablando de esto cuando Hyundai-Kia está importando 600.000 unidades en EE.UU. sin incremento en los aranceles, y por qué Toyota es capaz de importar medio millón de vehículos en EE.UU. sin incremento de aranceles”, concluyó el directivo.

Este debate se suma a la creciente preocupación entre los fabricantes de automóviles y los economistas sobre el impacto de las políticas comerciales de Trump en el crecimiento económico y el empleo en Estados Unidos. Ford, como uno de los principales actores del sector, busca garantizar que las decisiones del gobierno no perjudiquen la competitividad de la industria.

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