Durante su participación en el “Foro para la Elaboración del Programa Estatal para Prevenir y Eliminar Toda Forma de Discriminación en el Estado de Querétaro”.
En el marco del 25 de abril “Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil”.
“Entregamos nuestras propuestas juveniles para prevenir y erradicar el adultocentrismo, que atenta contra la dignidad humana de las infancias, adolescencias y juventudes, pues además de invisibilizarlas, silenciarlas e ignorarlas, las discrimina, las maltrata y las violenta”. Así lo expresaron las juventudes de SOS Discriminación Internacional Querétaro y del Observatorio Juvenil por la No Discriminación Querétaro (OJQ) que participaron en las mesas de trabajo del “Foro para la Elaboración del Programa Estatal para Prevenir y Eliminar Toda Forma de Discriminación en el Estado de Querétaro”, en el marco del 25 de abril “Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil”, fecha que fue dispuesta por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), con la finalidad de reflexionar, investigar, dar a conocer y concientizar acerca del maltrato infantil para erradicar la violencia contra las infancias y adolescencias, ya que son prácticas que afectan directamente a su crecimiento.
Dicho foro se llevó a cabo los días 28 y 29 de abril, en las instalaciones del Centro Educativo y Cultural “Manuel Gómez Morin”. Fue inaugurado por María Marisol Kuri Lorenzo, Subsecretaria de Derechos Humanos del Estado de Querétaro y presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar toda Forma de Discriminación en el Estado de Querétaro, en compañía del ombudsperson, Javier Rascado Pérez, en su calidad de Secretario Técnico del mencionado Consejo.
Durante su intervención, Arnulfo Garfias Soto integrante de las juventudes de SOS Discriminación Internacional Querétaro recordó que, de acuerdo con especialistas en el tema, como Elisa Ortega Velázquez, Doctora en Derecho y Coordinadora de la Línea de Investigación Institucional “Promoción y Protección de los Derechos de la Infancia”, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El adultocentrismo consiste en aquellas conductas, pensamientos, acciones y actitudes que siempre pone al adulto o adulta en el centro, discriminando, maltratando, violentando y despojando a niñas, niños, adolescentes y jóvenes de sus derechos.
“Mientras que las prácticas adultocentristas contra las infancias, adolescencias y juventudes, consisten en minimizar nuestras ideas y propuestas; descalificando nuestras necesidades y sentimientos; no nos escuchan o simulan hacerlo; no nos permiten expresarnos, diciendo que estamos muy chicos o chicas y que vamos a saber nosotros de la vida, sino tenemos experiencia, generando así una discriminación que violenta nuestros derechos humanos a causa de nuestra corta edad. Por eso estamos participando en este foro antidiscriminatorio estatal, para contribuir a que se garanticen nuestros derechos, para que se nos proteja y que también se proteja a las niñas, niños y adolescentes con nuestras propuestas para prevenir y erradicar el adultocentrismo que tanta discriminación, maltrato y violencia ha generado, y que sigue generando desde las generaciones anteriores hasta las de la actualidad”. Además, la experta Ortega Velázquez, sostiene que “el maltrato puede incluir agresiones físicas, psicológicas, abuso sexual, desatención, negligencia en el cuidado y explotación comercial que pongan en peligro la salud, el desarrollo o la dignidad de niños, niñas, adolescentes y jóvenes afectando su supervivencia. Por eso, el maltrato infantil es un problema mundial con consecuencias graves que pueden durar toda la vida y que uno de sus detonantes es el adultocentrismo”, debido a que este “implica que los adultos gozan de privilegios por el solo hecho de serlo, ya que la sociedad y la cultura así lo han definido”. Argumentó Garfias Soto.
En el mismo sentido, Aldo Antonio Yáñez Guerrero y Noé Fernando Molina Espitia también integrantes de las mencionadas organizaciones juveniles antidiscriminatorias recordaron que desde 2023, la Organización Mundial de la Salud reveló que “casi tres de cada cuatro niños entre dos y cuatro años, etapa considerada como la primera infancia, sufren castigos corporales o violencia psicológica de forma regular por parte de sus padres, cuidadores o tutores. Además, una de cada cinco mujeres y uno de cada trece hombres declaran haber sufrido abusos sexuales entre los cero y diecisiete años”.
Por ello, también coincidieron con Ortega Velázquez, en que “la mirada adultocéntrica se aprende y se sostiene a lo largo de la historia a través de las instituciones sociales como la familia, escuela, Iglesia, Estado, etcétera. De esta forma se van construyendo sociedades de este tipo, en las que la mayor parte del poder se concentra entre los adultos y donde ser adulto es el fin del desarrollo en sí mismo. Por esa razón, el adultocentrismo ha hecho que la edad se convierta en un factor de vulnerabilidad, que se cruza con otros factores como el género. De ahí la importancia de que los derechos humanos en materia de niñez implica considerar a niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho que están en desarrollo y que, por ende, tienen que contar con todas las medidas de protección que su condición de personas menores de 18 años requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”.
Finalmente, las Juventudes de SOS Discriminación Internacional Querétaro calificaron de “muy triste y lamentable” que muchas personas adultas, ni siquiera se dan cuenta cuando ejercen el adultocentrismo y el daño que causan con él, debido a que está muy normalizado culturalmente.
“Quizás muchos adultos y adultas tampoco saben que significa o quizás nunca han escuchado el término adultocentrismo. Y esto ocasiona que se siga repitiendo inconscientemente de generación en generación. Por eso, la importancia de trabajar el tema no sólo con niñas, niños, adolescentes y juventudes, sino también con padres, madres de familia y en general con todas las personas adultas”. Expresaron.
Por lo anterior, las principales propuestas de las mencionadas organizaciones juveniles antidiscrimiantorias, al concluir su participación en el “Foro para la Elaboración del Programa Estatal para Prevenir y Eliminar Toda Forma de Discriminación en el Estado de Querétaro, fueron las siguientes:
1.- Que se impartan talleres sobre “Identificación y cierre de ciclos de discriminaciones y violencias” y de “Masculinidades Saludables” en las escuelas primarias, secundarias, preparatorias y universidades, donde se trabaje la importancia de sanar las heridas emocionales que ha dejado el adultocentrismo que ha causado la discriminación, el maltrato y la violencia en nuestras vidas para no repetirlas.
Así como impartir talleres sobre “Prevención y Erradicación del Adultocentrismo” con padres y madres de familia de todos los niveles educativos para que puedan hacer consciente el daño que hace a sus hijos o hijas las prácticas adultocéntricas para que de esa manera puedan comenzar a prevenirlo y erradicarlo.
2.- Además, de que a la autoridad que le corresponda, en compañía de las mencionadas organizaciones juveniles, establezcan una vinculación conjunta con el Poder Legislativo de Querétaro para que las y los diputados impulsen una legislación contra el adultocentrismo perspectiva de género y nuevas masculinidades que ayude a prevenir la repetición generacional de los ciclos culturales de discriminación, maltrato y violencia que se han venido repitiendo históricamente de generación en generación por el adultocentrismo machista, tomando como referencia la Ley de Fomento de Masculinidades para la Igualdad de Género, que ya existe en Perú. ( https://leyes.congreso.gob.pe/Documentos/2016_2021/Proyectos_de_Ley_y_de_Resoluciones_Legislativas/PL07575-20210422.pdf )
“Ya que una norma jurídica con dicha perspectiva es necesaria para lograr el objetivo de normalizar el uso del poder en positivo, para la construcción de masculinidades saludables, incluyentes y pacíficas que permitan a los hombres aprender a establecer relaciones libres de machismo, discriminación, maltrato, adultocentrismo y cualquier otra forma de violencia, que les permitan manejar sus emociones, sanar heridas del pasado para no repetir ciclos de adultocentrismo, discriminación y de violencia. Además de permitir que los hombres puedan aprender a construir paternidades presentes y afectivas; corresponsabilidad en las tareas del hogar y el cuidado de hijos e hijas. Pues hasta ahora el ciclo de discriminación o violencia consiste en repetirlo, ya que cuando una persona fue discriminada o violentada luego lo hace con otra persona y así se sigue el ciclo de generación en generación. Por ello, hay que hacer consciente el ciclo de discriminación o violencia y contar con las herramientas necesarias para no repetirlos. Porque los patrones o conductas de comportamiento que llevan a los hombres a ejercer discriminación o violencia son una cuestión cultural que puede cambiar, para que sean los propios hombres quienes se hagan responsables de estas conductas, sean conscientes de ellas y puedan cambiarlas con apoyo institucional. Previniendo así no sólo la discriminación, sino también el acoso escolar y la violencia contra las mujeres”. Concluyeron.