El parlamento de Kenia aprobó este jueves el despliegue de 1.000 policías en Haití para encabezar una misión apoyada por la ONU destinada a restablecer la paz y la seguridad en este país caribeño asolado por la violencia de las pandillas.

Haití es blanco de la violencia de pandillas, que controlan 80% de la capital, Puerto Príncipe, y el número de crímenes graves alcanzó récords, según la representante de la ONU en el país.

“El sí gana”, declaró la vicepresidenta del parlamento de Kenia, Gladys Boos Shollei, tras haber pedido a los diputados que se pronunciaran al respecto.

Sin embargo, cualquier despliegue está suspendido hasta que el tribunal superior de Nairobi examine un recurso presentado por un opositor que alega que la misión es inconstitucional.

Aún no se finalizan los detalles del despliegue en Haití, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos.

Kenia ha participado en varias operaciones de mantenimiento de la paz en varios países, incluyendo República Democrática del Congo, Somalia, Liberia, entre otros.

Pero el gobierno es blanco de críticas por querer enviar a policías kenianos a Haití, un país considerado como inestable y peligroso.

Defensores de derechos humanos sostienen además que la policía keniana tiene antecedentes de utilizar la fuerza, a veces de forma letal, contra los civiles y que esto supone un riesgo importante en Haití, donde las tropas extranjeras han cometido abusos en el pasado.

El opositor que presentó un recurso contra el despliegue, Ekuru Aukot, dijo en la red social X que se trata de una “misión suicida” para los policías.

Shares: