Reconocido como uno de los chiles más picantes del mundo, el chile habanero no solo añade un toque de sabor y picante a la comida, sino que también despliega sus sorprendentes propiedades en la industria tecnológica, protegiendo los cables de fibra óptica de las travesuras de roedores.
En Japón, hace algunos años, se hizo el descubrimiento de que el polvo de chile habanero podría ser una solución efectiva para evitar que las ratas se alimentaran de los cables de transmisión subterráneos. Esta práctica ha ganado popularidad en todo el mundo y, en México, la firma Amar Hidroponía está liderando actualmente esta iniciativa innovadora.
La técnica consiste en mezclar el polvo del chile habanero con el plástico que recubre los cables de fibra óptica. Esta medida, además de ser una opción económica para la protección de los cables, evita la necesidad de invertir en materiales más gruesos.
La necesidad de controlar las plagas en la industria tecnológica es crucial, ya que se estima que alrededor de 2,000 animales en todo el mundo tienen predilección por masticar cables subterráneos, según datos de la empresa especializada Dow Chemical.
En anteriores incidentes, como el registrado en North Devon (Inglaterra), donde las ratas causaron desconexiones en los cables de Openreach, se evidenció la importancia de encontrar soluciones efectivas para prevenir estos inconvenientes. Asimismo, ciudades en el suroeste de España informaron cómo los roedores afectaron negativamente sus planes de inversión para instalar internet de alta velocidad.
El chile habanero, originario de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay, pero popularizado en México, es utilizado no solo en la protección de cables de fibra óptica, sino en diversas industrias. Más del 50% de la producción de esta planta en México se destina al sector industrial. Además de su uso innovador en la tecnología, el chile habanero se emplea en medicamentos, pinturas, barnices y aerosoles de seguridad, como el gas pimienta.
La exportación del chile habanero mexicano llega a países como Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Italia y Alemania. La exportación a Asia, donde se utiliza como repelente de ratas, comenzó en la década de los noventa, y Yucatán, una región clave en la producción de este chile, firmó un convenio en 2008 para exportar 1,500 toneladas anuales hacia los mercados de Asia y Estados Unidos.
Empresas como Nippon Industries en Japón, Burlington Bio-Medical en Estados Unidos y Amar Hidroponia en México han encontrado en el chile habanero una forma inusual pero efectiva de proteger los cables, ampliando sus oportunidades de negocio. Amar Hidroponia, por ejemplo, diversificó su enfoque en 2016, pasando de la producción agraria del chile habanero a innovadoras aplicaciones en el sector tecnológico.