EFE / La relocalización de las empresas o ‘nearshoring’ empuja el apetito de construir parques industriales en México, lo que podría posicionar al país como uno de los más importantes centros logísticos y manufactureros del mundo, consideró este martes la Asociación Mexicana de Parques Industriales (Ampip).
“Nosotros vemos un enorme potencial de seguir construyendo naves industriales”, aseguró Sergio Argüelles, presidente de la Ampip, quien sostuvo que el fenómeno es algo palpable y real.
En una reunión con medios, explicó que el país vive circunstancias especiales que impulsan su atractivo para las inversiones extranjeras, como es el pleito comercial entre Estados Unidos y China, así como la esperada reducción de las altas tasas de interés en 2024 que permitirían mayor apetito para los inversionistas extranjeros.
“Creemos que van a bajar las tasas de interés el año que entra, eso nos va a ayudar a tener acceso a dinero más competitivo y obviamente a ser más agresivos en la promoción”, comentó el presidente de la Ampip.
En este marco, indicó que las inversiones están llegando de distintas latitudes; aunque mencionó que es mayor el interés en las naciones asiáticas y estadounidenses.
Argüelles detalló que una muestra de ello es la absorción histórica de 3,5 millones de metros cuadrados al tercer trimestre de 2023, es decir, un crecimiento anual del 18 %.
Datos de la asociación muestran que los parques industriales en estos dos años pasaron de 432 naves industriales en 2022 a 460 parques en 2023 y las inversiones escalaron de los 2.790 millones de dólares a 3.185 millones de dólares en estos dos años.
En tanto, Argüelles dio a conocer que están en construcción 50 nuevos parques industriales, con más de 2.000 hectáreas y ubicados en 23 municipios, a la vez que reconoció que la demanda por espacios industriales ha rebasado a la oferta.
Garantizar la seguridad, clave
En este sentido, resaltó que hay estados y localidades mexicanas que ya agotaron la disponibilidad de espacios en parques industriales, como las ciudades fronterizas con EE.UU: Tijuana, en Baja California; Ciudad Juárez, en Chihuahua; y Monterrey, Nuevo León.
Como consecuencia, destacó que hay oportunidades de inversión también en el sureste como en Mérida, en el estado de Yucatán, y Cancún, en Quintana Roo, donde se encuentra el proyecto del corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que pretende conectar al océano Atlántico con el Pacífico, un proyecto que dijo tiene “un enorme potencial”.
Argüello describió que las industrias más dinámicas para aprovechar el ‘nearshoring’ y los espacios industriales en el país son la manufactura, logística y automotriz.
Sobre los retos para esta industria, Argüello enlistó como necesaria una mayor infraestructura para la transmisión eléctrica, la conectividad, así como la inseguridad, siendo este último uno de los más importantes para los inversionistas.
“Seguridad, sin duda, es uno de los temas que más nos preocupan que más nos preguntan los inversionistas”, dijo.
Señaló que hay estados mexicanos como Tamaulipas que han desaprovechado su oportunidad de atraer inversiones y aumentar su infraestructura debido a temas de violencia, como pasó en Guanajuato, donde reveló que construcciones de parques se han detenido ante los altos niveles de criminalidad.