¿Qué haces a diario? ¿Caminar, hablar, comer, tomar, comprar y, quizás, googlear o guglear?

Aunque ninguno de esos dos últimos términos aparece en el diccionario de la Real Academia, y lo correcto es decir “buscar en Google”, el verbo se fue colando en el lenguaje cotidiano desde que la compañía fue fundada en 1998.

La marca global, con todas sus manifestaciones actuales, comenzó en California, en la Universidad de Stanford, donde dos estudiantes, Larry Page y Sergey Brin, decidieron que la búsqueda en internet se podía hacer mucho mejor.

Así nació el motor de búsqueda, cuyo nombre iba a ser Backrub, pero pasó a llamarse Google, que viene de gúgol o googol en inglés, el nombre que le dio un niño de 9 años al número 10¹⁰⁰.

Para Page y Brin, reflejaba su misión de proveer grandes cantidades de información.

Millones de nosotros vemos el nombre todos los días, en esas letras que tienen cada una un color diferente de la que está al lado.

La historia de ese logotipo comienza en una clase de artes marciales en 1998, y con una mujer llamada Ruth Kedar, quien había nacido en Brasil y vivido en Israel antes de mudarse a California, Estados Unidos.

“Practico Aikido, que es un arte marcial japonés”, cuenta Ruth al programa de la BBC “Witness History”.

“Después de clase, estaba barriendo la colchoneta cuando un compañero practicante de Aikido se me acercó y me dijo: ‘¿Eres Ruth Kedar? ¿La Ruth Kedar que hace esto y aquello y lo otro?’, porque yo trabajaba antes en Adobe y enseñaba en la Universidad de Stanford.

“Solo nos conocíamos en el tatami con el quimono, así que me sorprendió un poco, pero entablamos una conversación”.

Cita a ciegas
El tiempo pasó, y un día Ruth recibió un correo electrónico de un extraño: Larry Page.

“No sabía quién era. Decía que la persona que estaba en Aikido le había hablado muy bien de mí.

“‘Acabamos de crear una nueva empresa y estamos buscando a alguien que haga el diseño de nuestro logotipo. ¿Te interesaría conocernos?’, preguntó”.

Larry Page y Sergey Brin ahora son famosos, pero ese no era el caso hace 26 años, cuando Ruth fue a conocerlos.

“Fue increíble verlos. Me parecieron unos niños, totalmente intrépidos y tan seguros de sí mismos”.

“Eran encantadores. Y creían mucho en lo que estaban haciendo”.

Ruth tuvo una larga conversación con ellos sobre cómo querían que se viera el logotipo.

“Me dijeron: ‘Estamos buscando diferentes diseñadores, tratando de averiguar quién es el más adecuado para nosotros’.

“Les di las gracias y me fui”.

Cuando volvieron a contactarla fue para decirle que querían que fuera ella quien diseñara el logotipo.

Las ‘G’
Ruth regresó a la oficina de su casa, que estaba repleta de libros y computadoras grandes y torpes, y comenzó a diseñar un logotipo para esta joven empresa.

“No era como ahora en cuanto a la tecnología. La resolución de las pantallas era muy pobre. Los logotipos eran un poco toscos, pixelados”.

Desde el principio tenían claro “que no íbamos a crear un logotipo con el nombre del producto y un icono: solo nos íbamos a centrar en las letras”, de manera que tenía que encontrar una fuente que superara esos problemas técnicos.

Con la idea de “la búsqueda” siempre en mente, pensó que al buscar algo, sueles valerte del conocimiento del pasado para poder encontrar una idea para algo que vas a hacer en el futuro.

Así que quiso encontrar “una tipografía que evocara el pasado pero se viera moderna, y se me ocurrió Catull”.

“Tenía unas características realmente únicas para cada una de las letras del nombre de Google, particularmente la G mayúscula y minúscula.

“Supe que ese tipo de letras crearían algo que sería inmediatamente reconocible”.

Ruth cuenta además que al diseñar el logotipo, pensó en los juegos infantiles, lo que la llevó a escoger los colores primarios -rojo, azul y amarillo-, “asociados con la infancia y el juego”.

“Pero recuerda, Google no era como cualquier otra empresa. No seguían las reglas. Querían ser los renegados del mundo.

“Así que no íbamos a poner los colores en su orden tradicional” de la teoría del color.

“Además, no dejaba de pensar que en la investigación amplías tu comprensión de lo que sea que estés buscando.

“Entonces de ahí surgió la idea de introducir un color secundario, y por eso tenemos el verde en el logo”.

Divertido
Ruth entregó el logotipo y se empezó a utilizar en el buscador.

“Cuando terminé el proyecto, realmente no volví a pensar mucho en él.

“Y recuerdo que en algún momento mi hija viajó por el mundo, y cuando regresó me contó que estando en Nepal, tuvo la oportunidad de ayudar a un pequeño pueblo y que ahí alguien tenía una computadora portátil con el logotipo de Google en la pantalla.

“Fue la primera vez que pensé: ‘¡esto está ya en todas partes!'”.

Pero Ruth todavía no era muy conocida por su diseño… Hasta 2008.

“Al llegar el 10° aniversario de Google, de repente la gente empezó a ponerse en contacto conmigo y a querer hablar sobre el logotipo de Google como parte de la historia de la empresa”.

El logotipo que diseñó Ruth apareció en la página de búsqueda principal durante 16 años.

En septiembre 1 de 2015, Google estrenó un nuevo logo, con los mismos colores pero con un tipo de letra distinta: Product Sans.

“Ahora tienen un gran departamento que se ocupa de eso y creo que lo hicieron bien en el sentido de que mantuvieron esos elementos realmente importantes”, opina Ruth.

Agrega que cuando lo diseñó nunca pensó que sería un logo tan exitoso, “pero tengo que decir que es uno de los mayores logros de mi carrera”.

“Y fue muy divertido hacerlo”.

Ruth Kadar sigue trabajando como diseñadora.

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