Pavel Durov , fundador del servicio de mensajería en línea Telegram, fue imputado y puesto bajo supervisión judicial por varios delitos, entre ellos “blanqueo de delitos o delitos cometidos por una banda organizada”, anunció este miércoles la fiscal de París Laure Beccauau.

A Durov se le concedió la libertad bajo fianza con la condición de que abonara una fianza de cinco millones de euros (US$5,56 millones). También tiene la obligación de firmarla ante la Policía dos veces por semana y no se le permite salir de Francia.

Los fiscales dijeron que Durov está siendo investigado por presuntos delitos que incluyen:

Complicidad en la administración de una plataforma en línea para permitir transacciones ilícitas por parte de una banda organizada

Negativa a comunicarse con las autoridades.

Complicidad en la distribución criminal organizada de imágenes sexuales de niños

La apertura de una investigación formal en Francia no implica que Durov sea culpable de no tomar medidas para frenar el uso delictivo de Telegram ni lo conduce necesariamente a un juicio.

Sin embargo, indica que la Justicia considera que hay suficientes elementos en el caso para proseguir con la investigación, que puede durar años antes de llegar a juicio o ser archivada.

La detención de Durov el fin de semana en París abrió el debate sobre la responsabilidad penal de los proveedores de aplicaciones de mensajería y levantó nuevos cuestionamientos sobre los límites de la libertad de expresión y la aplicación de la ley.

La detención de Durov también visibilizó la incómoda relación entre los gobiernos y Telegram, que cuenta con cerca de mil millones de usuarios.

Quién es Pavel Durov
El multimillonario de 39 años es conocido por muchos como el “Mark Zuckerberg ruso”, por su perfil tecnológico, su fortuna y edad, y su papel pionero en el mundo de la tecnología.

Como el creador de Facebook, Pavel Valeryevich Durov también creó una red social, en realidad dos: primero fue VKontakte, la red social más grande de Rusia que fundó cuando tenía 22 años, y la otra es Telegram, una de las plataformas de comunicación más usadas a nivel mundial.

El éxito de ambos proyectos lo colocan como uno de los íconos tecnológicos más influyentes del mundo y un reconocido empresario. Según Forbes, su fortuna personal asciende a US$15.500 millones.

Sin embargo, el fin de semana pasado las autoridades francesas lo detuvieron poco después de que su avión privado aterrizara en el aeropuerto Le Bourget, en París, acusado de no tomar medidas para frenar el uso delictivo de Telegram.

La investigación
Los investigadores franceses emitieron una orden de arresto contra Durov como parte de una investigación sobre las acusaciones de fraude, tráfico de drogas, crimen organizado, lavado de dinero, promoción del terrorismo y abuso sexual de niños.

Las autoridades policiales francesas sostienen que Durov es cómplice de estos delitos porque se ha negado a moderar el contenido de la plataforma.

En un comunicado emitido el domingo por la noche, Telegram afirmó que “cumple con las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales” y que la moderación de sus contenidos “está dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente”.

“El CEO de Telegram, Pavel Durov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa”, añadió el comunicado. “Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos que se cometen en esa plataforma. Estamos esperando una pronta resolución de esta situación”.

Su abogado, Dmitry Agranovsky, le dijo al medio de comunicación ruso RIA Novosti que las acusaciones eran similares a culpar a un fabricante de automóviles por un accidente o por el uso de sus vehículos para cometer delitos.

Agranovsky afirmó que la detención es “absolutamente ridícula” y un ataque a la libertad de expresión.

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