El puerto belga de Amberes, uno de los principales puntos de entrada a Europa para los cárteles sudamericanos, interceptó en 2023 un volumen récord de cocaína, que alcanzó las 116 toneladas.
El ministro belga de Finanzas, Vincent Van Peteghem, dijo este miércoles que ese volumen representa un aumento de 5% con relación a la capturas de 2022, que ya habían sido récord.
Por su lado, las autoridades de Países Bajos decomisaron otras 59,1 toneladas de cocaína en 2023, igualmente un fuerte aumento con relación al año anterior.
En 2022, las autoridades del puerto de Amberes habían interceptado 109,9 toneladas de cocaína. En los puertos de Róterdam y Flesinga, en Países Bajos, las capturas habían alcanzado las 52,5 toneladas.
Bélgica, Países Bajos y España son los tres principales países de llegada de cocaína a Europa, en su mayoría provenientes de Panamá, Colombia y Ecuador.
Los puertos de Amberes en Bélgica y Róterdam en Países Bajos son habitualmente escenarios de tiroteos y hasta explosiones ligadas a enfrentamientos entre poderosos grupos de traficantes de drogas.
En un informe publicado a fines de 2022, Europol, la agencia policial europea, aseguró que esos dos puertos representan la puerta de entrada de un “super cártel” basado en Dubái y responsable por un tercio de toda la cocaína que llega a Europa.
La cocaína llega habitualmente escondida en contenedores o en la parte inferior de los navíos, debajo de la línea de flotación, de donde es recuperada por buzos.