La festividad del 12 de diciembre volvió a convertir a la Basílica de Guadalupe en el principal punto de encuentro de la devoción católica en México. Millones de fieles llegaron desde distintos puntos del país y del extranjero para honrar a la Virgen de Guadalupe con cantos, danzas tradicionales y oraciones, en una de las expresiones religiosas más masivas del mundo.
Desde la madrugada, el recinto y sus alrededores permanecieron abarrotados. Autoridades capitalinas reportaron una asistencia preliminar de 13 millones de peregrinos hasta este viernes, cifra que ya supera la del año anterior y que podría incrementarse con la llegada de más visitantes durante el fin de semana.
La peregrinación implicó recorridos de varios días e incluso semanas. Grupos organizados, como los marmoteros provenientes de Oaxaca, mantienen una presencia constante desde hace más de una década, reafirmando la peregrinación como un acto de fe sostenido y colectivo. Para muchos asistentes, la llegada a la basílica representa el cumplimiento de promesas, la petición de salud y el reforzamiento del vínculo espiritual con la llamada “Virgen Morena”.
Las manifestaciones de devoción incluyeron rezos de rodillas, danzas prehispánicas y vestimentas simbólicas que representan elementos como el sol, la luna y figuras de la cosmovisión indígena. Danzantes y participantes coincidieron en que estas expresiones no son actos aislados, sino la continuidad de un legado cultural transmitido entre generaciones.
La celebración también evidenció el alcance internacional del fenómeno guadalupano. Migrantes mexicanos residentes en Estados Unidos y visitantes de otros países acudieron a la basílica para reconectar con sus raíces y participar en una festividad que trasciende fronteras y refuerza el sentido de pertenencia nacional.
La devoción a la Virgen de Guadalupe se remonta a 1531, cuando, según la tradición, se apareció al indígena Juan Diego en el Cerro del Tepeyac. Casi cinco siglos después, la conmemoración mantiene su fuerza como uno de los principales símbolos religiosos,
