El Palacio de Buckingham confirmó la retirada del escudo y el estandarte del príncipe Andrew del castillo de Windsor, una medida que los expertos en realeza británica consideran “otro clavo en el ataúd” para el duque de York, cuyo estatus dentro de la monarquía sigue en caída libre.
Según reportó Fox News Digital, la bandera con su escudo fue retirada tras su reciente renuncia a su título y honores reales. La analista Helena Chard calificó la decisión como una nueva humillación: “Más vergüenza y humillación para Andrew. La familia real está cortando aún más los lazos con él para proteger la monarquía. Le están desterrando poco a poco”.
Chard añadió que la medida tiene un profundo significado personal, ya que la capilla de San George —donde descansan los restos de la reina Isabel II— era un lugar de consuelo para Andrew.
El diario The Sun destacó que la retirada de un estandarte en Windsor es un acto “excepcionalmente raro”, reservado a casos de alta traición o rebelión contra la Corona. La experta Hilary Fordwich subrayó que esta decisión simboliza un distanciamiento definitivo de la familia real, presuntamente impulsado por el príncipe William.
Por su parte, el analista Richard Fitzwilliams señaló que Andrew “quizás tenga suerte” de que su estandarte fuera retirado discretamente, recordando que este tipo de acciones “se realizaban en silencio en siglos pasados”.
El pasado 17 de octubre, Andrew anunció su renuncia a los títulos y honores reales tras la publicación de extractos de las memorias póstumas de Virginia Giuffre, quien lo acusa de haber mantenido relaciones sexuales con ella cuando era menor de edad y víctima de tráfico por parte del fallecido Jeffrey Epstein.
En su comunicado, el príncipe declaró que las acusaciones “distraen de la labor de Su Majestad y de la Familia Real” y aseguró que “como siempre, antepone su deber con su familia y su país”, negando nuevamente las acusaciones en su contra.





