Redacción | La de Hoy Querétaro
En plena Semana Santa, uno de los momentos más sagrados para millones de cristianos en todo el mundo, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) encendió el debate al centrar su mensaje en la justicia climática y el activismo ambiental. La organización ecuménica, con sede en Ginebra y compuesta por más de 350 iglesias miembro de más de 120 países, promovió acciones legales contra actores financieros responsables de la crisis climática, despertando tanto apoyo como críticas.
“El papel de las iglesias en cuanto a nuestra contribución a la justicia climática es más importante que nunca”, dijo desde Bangladesh el secretario general del CMI, Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, durante una formación sobre litigios climáticos organizada el 11 de abril. “Nuestra voz moral es necesaria para los cambios de sistema que se necesitan urgentemente”.
El mensaje fue publicado en el sitio oficial del CMI justo al comenzar la Semana Santa. También se compartió en redes sociales con afirmaciones como: “La crisis climática no está aislada, como tampoco deberían estarlo nuestras soluciones”.
Para el CMI, abordar el cambio climático no es solo un asunto de política ambiental, sino una causa ética, espiritual y de justicia global. Sin embargo, esta postura no fue bien recibida por todos.
Desde Estados Unidos, medios como Fox News Digital recogieron duras críticas de líderes conservadores. Dan Turner, fundador del grupo Power The Future, comparó la campaña con “la larga historia de lucha contra el paganismo” del cristianismo. Afirmó que “los neopaganos se escudan en el cambio climático para contaminar la religión e impulsar su agenda”.
Gabriella Hoffman, del Foro de Mujeres Independientes, reconoció que la “mayordomía de la tierra” es un valor bíblico, pero consideró que el enfoque actual “pone la naturaleza por encima de las personas”.
Steve Cortes, asesor de la organización Voto Católico, calificó el activismo ambiental durante la Semana Santa como “histeria climática” y lamentó que se prioricen “batallas legales divisivas” sobre la reflexión espiritual.
El Consejo Mundial de Iglesias tiene un largo historial de participación política en temas que van desde la paz hasta la justicia social, incluyendo posturas firmes contra la ocupación israelí y el respaldo a la Corte Penal Internacional tras su orden de detención contra el primer ministro Benjamin Netanyahu en 2024.
Estas declaraciones y acciones han consolidado al CMI como una voz progresista dentro del cristianismo mundial, pero también le han ganado la crítica de sectores que acusan a la organización de desvirtuar su misión religiosa.
En un mundo cada vez más polarizado, el debate sobre el papel de las iglesias en causas globales como el cambio climático no muestra señales de detenerse. Mientras tanto, desde Querétaro y el resto del mundo, millones de creyentes continúan buscando un equilibrio entre fe, acción social y compromiso con el planeta.