Aunque su carrera ha estado marcada por una presencia firme en la escena pop mexicana, Ximena Sariñana demuestra que los sueños no caducan. A sus 39 años, madre de dos hijos y con una carrera consolidada, la cantante y actriz ha decidido dar un giro valiente: “Rompe”, su más reciente EP lanzado este jueves, la muestra en una faceta más guitarrera, más cruda, más rock.
“Es quizás el más guitarrero que he hecho, donde me atreví más a soñar con estar en una banda de rock”, confesó Sariñana en un encuentro con medios en un foro punk-rock de la Ciudad de México. “Me gusta que la gente conozca esa parte de mí”.
El EP incluye los temas “Nada”, “Rompe”, “Chispa roja” y “Fiesta en mi habitación”, todos grabados hace casi dos años, pero recién lanzados como parte de un proceso que la artista ha vivido con intensidad y reflexión. La gira que acompaña este lanzamiento ya recorre Estados Unidos, con paradas en ciudades como Los Ángeles, Austin, Chicago y Nueva York, además de una próxima escala en Santo Domingo, República Dominicana.
Para Sariñana, el rock ha sido un anhelo silencioso que ahora toma fuerza: “Son canciones que en vivo siento que lucen bastante”, dijo, emocionada por presentarlas en el escenario. De todas, la que da nombre al EP parece ser también una declaración de principios: “Que todo sea todo o nada”.
“Es al final mi estandarte, mi manera de vivir, quiero darlo todo, quiero sentirlo todo…”, compartió. “A veces con la edad uno quiere bajarle a la intensidad, pero también le bajas al sentir. Yo no quiero eso”.
La intensidad también se refleja en el video de “Chispa roja”, una pieza simbólica que muestra a Sariñana bailando entre mujeres rubias en una atmósfera cargada de caos. “Representa la destrucción que viene con romper con quien eras y parar abruptamente algo”, explicó.
A través de este nuevo trabajo, la cantante busca enviar un mensaje potente, especialmente a otras mujeres: que nunca es tarde para reinventarse. “Nunca debes dejar de ser tú ni de buscar la versión más fiel de quién eres”, afirmó con convicción.
Este impulso de empoderamiento no es nuevo en su carrera. El año pasado, Sariñana formó parte del equipo de producción del festival Hera, dedicado a visibilizar a mujeres en la música. Aunque no hay detalles aún, confirmó que ya hay conversaciones sobre una posible segunda edición este año.
La charla también tocó una herida reciente en la industria: la tragedia ocurrida en el Festival Ceremonia, donde fallecieron dos fotoperiodistas tras la caída de una grúa. “Definitivamente hubo una negligencia”, señaló con firmeza. “Nos hace reflexionar mucho sobre el estado de las industrias creativas. Es momento de mostrar solidaridad con las familias de los afectados”.
Con “Rompe”, Ximena Sariñana no solo explora un nuevo sonido; rompe con moldes, expectativas y miedos. Y lo hace, como ella misma dice, dando todo.