Un silencio inusual se apoderó de las calles de Zababdeh, pueblo palestino que alberga a una de las mayores comunidades cristianas de Cisjordania ocupada, y que con la guerra en Gaza perdió las ganas de celebrar la Navidad.
En Navidad, los cristianos palestinos acudían en masa a Zababdeh desde las ciudades de los alrededores para admirar las luces y el mercado festivo de este pueblo de unos 5.000 habitantes.
Pero con los estragos provocados por la guerra en Gaza y el aumento de la violencia en Cisjordania, la comunidad cristiana no está de ánimo para celebrar la Navidad este lunes.
Este año los fieles rezan por la paz y lloran a los muertos, y están preocupados también por la violencia que cada vez golpea más cerca.
A primera hora del día de Navidad, los periodistas de la AFP escucharon disparos y sirenas en Yenín, una ciudad donde el ejército israelí realiza incursiones casi a diario.
“¿Cómo podemos celebrar Navidad?”, se pregunta Nazeria Yusef Deabis, de 76 años, que vivió en Zababdeh toda su vida y nunca vivió un ambiente tan sombrío.
En su casa no hay árbol de Navidad. “La gente no se siente festiva. Perdieron amigos y familiares en Gaza”, cuenta.
“La ocupación (Israel) está destruyendo Yenín y los niños son brutalmente asesinados”, añade.
El ejército israelí afirma que sus frecuentes redadas en Yenín, especialmente en el campo de refugiados adyacente, tienen como objetivo a “terroristas”, pero el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina en Ramala dice que muchos de los muertos son civiles.
Las fuerzas israelíes y los colonos mataron a más de 300 personas en Cisjordania desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre, según las autoridades palestinas.
Israel ocupa Cisjordania desde la guerra de los Seis Días en 1967.