Cuando Johan Helberg dijo que quería una vista de la costa, no esperaba que la costa viniera a él con un carguero de 443 pies.

Helberg se despertó el jueves y descubrió la enorme proa del NCL Salten descansando a tiro de piedra de su casa en Byneset, Noruega, cerca de Trondheim.

La embarcación había encallado de madrugada, y pasó por poco de la casa de Helberg, a unos 16 pies de distancia.

Sorprendentemente, Helberg dijo que durmió durante todo el incidente. Sólo fue alertado de su inesperado visitante cuando un vecino preocupado llamó al timbre.

“Me acerqué a la ventana y me quedé bastante asombrado al ver un gran barco”, declaró Helberg al periódico The Guardian. “Tuve que doblar el cuello para ver su parte superior. Era tan irreal”.

Las autoridades han determinado que el oficial de guardia del barco, un ciudadano ucraniano de unos 30 años, se quedó dormido mientras estaba de servicio, lo que hizo que el barco se desviara de su rumbo.

El agente ha sido acusado de navegación negligente. No hubo heridos ni derrames de petróleo, pero el incidente causó daños menores en el cable de una bomba de calefacción de la propiedad de Helberg.

Y ésta no es la primera encalladura del NCL Salten. El barco encalló anteriormente en 2023, pero consiguió liberarse sin ayuda.

Los esfuerzos por reflotar el barco durante la marea alta del jueves fueron infructuosos.

La Administración Costera Noruega está realizando evaluaciones geotécnicas antes de realizar otro intento. La naviera NCL ha declarado que está cooperando con la investigación.

En cuanto a Helberg, sigue de buen humor a pesar de la inesperada intrusión.

“Es un nuevo vecino muy voluminoso, pero pronto desaparecerá”, bromeó.

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