El Festival Internacional Querétaro Experimental concluyó su tercera edición este domingo, consolidándose como un evento de referencia cultural en la región. Con una asistencia total de 450 mil personas y una derrama económica de 534 millones de pesos, el festival reafirmó su impacto no solo en el ámbito cultural, sino también en el económico.

Durante tres años, el festival ha transformado a Querétaro en un epicentro de cultura y arte, atrayendo a artistas internacionales, nacionales y locales. Este esfuerzo ha sido respaldado por el Municipio de Querétaro, a través de sus secretarías de Cultura y Turismo, con el objetivo de apoyar a los artistas locales y ofrecer proyectos de gran calidad que cautiven tanto al público queretano como a visitantes de otras partes.

En sus tres ediciones, el festival se llevó a cabo a lo largo de 45 fines de semana, con un total de 145 presentaciones musicales, 54 espectáculos de danza, 56 de teatro, 10 de teatro aéreo y gran formato, 17 pasacalles, y 45 presentaciones en las siete delegaciones del municipio, además de 20 talleres. En el evento participaron 149 compañías locales, 82 nacionales y 51 internacionales provenientes de 21 países, y se instalaron cinco esculturas en el Centro Histórico de la ciudad.

El cierre del festival estuvo a cargo de la espectacular producción “Tamayo, el infinito cotidiano”, un homenaje a la vida y obra del pintor Rufino Tamayo, que combinó música original, danza aérea, proyecciones en gran formato y coreografías vibrantes. Esta producción, completamente queretana, destacó el talento local y su capacidad creativa.

El último fin de semana del festival fue una fiesta de expresiones artísticas que llenaron plazas, calles y andadores de la ciudad. La danza estuvo representada por la compañía Folklórica de la Universidad Autónoma de Querétaro con “Fortunato del Diablo y la muerte”, y por la pieza “¿Hasta cuándo?”, que ofreció una profunda reflexión sobre temas de la vida cotidiana.

En el ámbito teatral, la obra “Parrot Contestatario” narró la historia conmovedora de un payaso y su maleta, destacando la importancia de la risa, la curiosidad y la imaginación en tiempos difíciles. La música fue un pilar fundamental del festival, con la banda queretana “Demondeath” explorando el thrash metal, y la icónica banda mexicana “Descartes a Kant” encendiendo el escenario con su fusión de estilos y presentaciones performáticas.

La clausura musical del festival estuvo a cargo de “Hercules and Love Affair”, el proyecto de música de baile del DJ, cantante y productor estadounidense, quien con una mezcla de ritmos como house, disco y techno, hizo vibrar al público en una noche inolvidable que puso el broche de oro a esta tercera edición del Festival Internacional Querétaro Experimental.

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