El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo el jueves que un alto el fuego en la guerra ruso-ucraniana no conduciría a un diálogo político y solo beneficiaría a Moscú.
En declaraciones a la prensa en la capital estonia, Tallin, durante una amplia gira por la región del Báltico, Zelenski afirmó que cualquier pausa supondría el riesgo de permitir a Rusia reagruparse y aumentar su suministro de municiones, y advirtió: “No nos arriesgaremos”.
En una intervención posterior el jueves en Riga, capital de Letonia, afirmó que Moscú se está preparando para lanzar una ofensiva antes de las elecciones presidenciales de marzo.
En su viaje a Lituania, Letonia y Estonia, algunos de los más firmes defensores de Kiev en la Unión Europea y la OTAN, Zelenski espera contrarrestar el cansancio entre los aliados occidentales de Ucrania, obtener más ayuda financiera y militar, y debatir las candidaturas de Kiev para ingresar a ambos.
Será difícil que Ucrania sobreviva a menos que reciba un paquete retrasado de ayuda financiera de la Unión Europea, declaró a los medios de comunicación en Tallin. El paquete fue bloqueado por Hungría en diciembre.
“Este apoyo es muy importante para nosotros”, afirmó Zelenski.
Negociaciones paradas
Los tres países bálticos fueron las primeras naciones occidentales en suministrar armas letales a Ucrania en las semanas previas a la invasión rusa de febrero de 2022.
Zelenski dijo que Rusia se enfrentaba a un “déficit” de municiones y luchaba por reforzar sus tropas de élite, lo que estaba influyendo en su desempeño en el campo de batalla.
Afirmó que Rusia estaba negociando la compra de misiles a Irán y que las fuerzas rusas habían recibido más de un millón de cartuchos de Corea del Norte.
Zelenski se negó a comentar las declaraciones realizadas el miércoles por el ministro de Defensa italiano en las que afirmaba que había llegado la hora de la diplomacia en el conflicto.
“Nunca he mantenido negociaciones de este tipo con Italia a ningún nivel, por lo que me resulta difícil hacer comentarios”, declaró.