Turquía, Bulgaria y Rumania, tres miembros de la OTAN a orillas del mar Negro, se aliaron el jueves para proteger la navegación internacional y sus litorales contra las minas flotantes, procedentes de las costas rusas y ucranianas.
La Iniciativa de Lucha contra las Minas en el mar Negro, firmada en Estambul, permitirá hacer seguras las exportaciones de grano ucraniano a lo largo de las costas rumanas y búlgaras, la vía alternativa de navegación tras el cierre del corredor cerealero denunciado por Rusia en 2023.
El ministro rumano de Defensa, Angel Tilvar, y el viceministro búlgaro de Defensa, Atanas Zapryanov, se sumaron a su homólogo turco, Yasar Güler, en un palacio en el sur del Bósforo, vía de acceso meridional en el mar Negro, para la firma. Se irán relevando en la presidencia de la alianza cada seis meses.
“Decidimos conjuntamente firmar un protocolo entre nuestros tres países para luchar más eficazmente contra el peligro de las minas en el mar Negro reforzando nuestra cooperación y nuestra coordinación existentes”, declaró Güler durante la ceremonia, añadiendo que las negociaciones empezaron en septiembre.
Aunque Turquía, Bulgaria y Rumania forman parte de la Alianza Atlántica, el ministro turco señaló que “esta iniciativa sólo estará abierta a los navíos de los tres países aliados costeros”.
Esto excluye la intervención de países exteriores, también los miembros de la OTAN, para no incumplir la Convención de Montreux, firmada en 1936, que regula la navegación en el Bósforo en tiempos de guerra.
La Alianza se felicitó en cualquier caso por la iniciativa de estos tres países.
“Es una contribución importante de cara a una mayor libertad de navegación y la seguridad alimentaria en la región y más allá”, dijo un portavoz de la OTAN, Dylan White.