El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el alcalde electo de Nueva York, el demócrata Zohran Mamdani, sostuvieron este viernes un encuentro inesperadamente cordial en la Casa Blanca, pese a los duros enfrentamientos que mantuvieron durante la reciente campaña electoral.
Trump, sonriente ante las cámaras, afirmó que trabajará junto a Mamdani para “tener una Nueva York fuerte y muy segura”. El demócrata de 34 años, quien se autodefine como socialista y pasó de ser un desconocido a ganar la alcaldía de la capital financiera de Estados Unidos, calificó la reunión como “muy productiva”, asegurando que ambos coincidieron en su prioridad de servir a los neoyorquinos y enfrentar el alto costo de vida.
Durante su campaña, Mamdani comparó a Trump con “malos propietarios que se aprovechan de sus inquilinos”, mientras que el republicano lo tildó de “comunista” e incluso insinuó que, por haber nacido en Uganda, debía ser deportado. Pese a ello, el encuentro fue descrito por ambos como una muestra de civilidad, al grado de que Trump elogió al demócrata y afirmó que podría sorprender incluso a sectores conservadores.
El mandatario publicó varias fotografías de la reunión en su plataforma Truth Social, lo que provocó críticas entre figuras de la derecha, como la activista Laura Loomer, quien advirtió que este acercamiento podría debilitar al Partido Republicano rumbo a las elecciones intermedias de 2026.
En una conferencia posterior, Trump restó importancia a los insultos previos de Mamdani —quien llegó a llamarlo “déspota”— asegurando que ha recibido peores calificativos. También se congratuló por la gran atención mediática que generó el encuentro.
Mamdani, que se convertirá en el primer alcalde musulmán en la historia de Nueva York, señaló que muchos neoyorquinos apoyaron a Trump en 2024 debido a su discurso contra el alto costo de vida, un tema central también en su propia campaña, que prometió congelar los alquileres y ofrecer transporte público gratuito en autobuses.
El ascenso del progresista ha sido vertiginoso, aunque ha mostrado signos de pragmatismo que han tranquilizado a sectores moderados. Esto contrasta con las amenazas previas de Trump, quien había insinuado recortes millonarios en financiamiento federal e incluso el envío de la Guardia Nacional a la ciudad una vez que el demócrata asumiera el cargo.
La reunión marca un giro inesperado en la relación entre ambos líderes, aunque su capacidad para mantener esta cooperación será puesta a prueba cuando Mamdani tome posesión en los próximos meses.






