El presidente Donald Trump firmó el martes cuatro órdenes ejecutivas diseñadas para impulsar la industria del carbón en Estados Unidos, delineando pasos para proteger las plantas de energía a carbón y agilizar los arrendamientos para la minería de carbón en tierras estadounidenses. Sin embargo, al promocionar los beneficios del carbón, tergiversó varios aspectos de su seguridad y uso.

Aquí hay un vistazo a los hechos.

AFIRMACIÓN: “Lo llamo hermoso y limpio carbón. Le dije a mi gente, nunca usen la palabra carbón a menos que pongan hermoso y limpio antes de ella”.

LOS HECHOS: La producción de carbón es ahora más limpia de lo que ha sido históricamente, pero eso no significa que sea limpia.

Las emisiones de dióxido de carbono que calientan el planeta provenientes de la industria del carbón han disminuido en los últimos 30 años, según la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés). El cabildero energético Scott Segal dijo que “la afirmación relativa de que la electricidad generada por carbón es más limpia que nunca es cierta, particularmente cuando las emisiones se miden por unidad de electricidad producida”.

Y sin embargo, la producción de carbón a nivel mundial aún necesita reducirse drásticamente para abordar el cambio climático, de acuerdo con investigaciones respaldadas por Naciones Unidas.

Junto con el dióxido de carbono, la quema de carbón emite dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno que contribuyen a la lluvia ácida, el smog y enfermedades respiratorias, según la EIA.

En los últimos 15 años, Estados Unidos ha experimentado un cambio importante del carbón al gas natural para el uso de electricidad, una razón clave por la que las emisiones de carbono en Estados Unidos han disminuido durante ese período.

El carbón una vez proporcionó más de la mitad de la producción de electricidad en Estados Unidos, pero su participación cayó a alrededor del 16% en 2023, desde aproximadamente el 45% tan recientemente como en 2010. El gas natural proporciona alrededor del 43% de la electricidad en Estados Unidos, con el resto proveniente de la energía nuclear y las renovables como el viento, la solar y la hidroeléctrica.

El secretario de Energía Chris Wright reconoció durante su audiencia de confirmación en enero que la quema de combustibles fósiles —carbón, petróleo y gas natural— causa el cambio climático. Esto se debe a que la combustión de combustibles fósiles está aumentando drásticamente la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, calentando el planeta.

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