EFE / El presidente electo Donald Trump está presionando personalmente a los senadores de su partido para que apoyen el polémico nombramiento de Matt Gaetz como fiscal general, mientras aumentan los escándalos sexuales en torno al ya exlegislador, revelaron este lunes varios medios estadounidenses.
Según CNN, Trump está llamando directamente a algunos senadores para pedirles su apoyo, según dos fuentes cercanas al exmandatario, que no quisieron revelar con quién se está comunicando el presidente electo.
El portal Axios señaló que otro senador que no identificó recibió una llamada de Trump, así como Kevin Cramer, senador por Dakota del Norte.
Este declaró al diario que Trump “claramente quiere a Matt Gaetz” y que cree que es “la única persona que tendrá la valentía y la ferocidad, realmente, para hacer lo que se necesita hacer en el Departamento de Justicia”.
Cramer afirmó que el expresidente (2017-2021) es “un tipo bastante persuasivo” y que no está jugando a ningún juego político con esta nominación, que ha levantado ampollas en el propio Partido Republicano.
La presión aumenta mientras crece la polémica en torno a quien fuera legislador por Florida. Este fin de semana se conoció que una mujer testificó ante el comité del Congreso de EE.UU. que lo investigaba que vio a Matt Gaetz tener relaciones sexuales con una menor de edad, según afirmó el abogado de la testigo -cuya identidad es desconocida hasta ahora- Joel Leppard, en entrevistas a varios medios.
La presunta relación entre el político de 42 años y la menor de edad tuvo lugar en una fiesta en 2017, detalló Leppard al medio.
CNN publicó este lunes más detalles sobre la entrevista con Leppard, quien afirma además que dos mujeres testificaron ante el Comité que recibieron pagos por “favores sexuales” al polémico político.
Gaetz, legislador del ala más a la derecha del Partido Republicano y fiel seguidor de Trump, renunció a su escaño el miércoles pasado después de que se conociera que el futuro presidente pretende nominarlo como fiscal general de EE.UU.
Tras la salida precipitada de Gaetz del Congreso, el comité decidió cerrar la investigación que se estaba llevando a cabo sin haber publicado un informe final.
A pesar de que al fiscal general se le presupone cierta independencia del presidente, Trump quiere a alguien con lealtad a ciegas que lo libere de las investigaciones penales en su contra, incluida la del asalto al Capitolio, y que defienda sus políticas en los tribunales.
El nombramiento de Gaetz debe ser ratificado en el Senado, donde los republicanos ostentan una estrecha mayoría de 53 escaños (de los 100 que componen la cámara alta).
Si se produjera un empate con 50 votos a favor y 50 en contra, el voto decisivo lo tendría el presidente del Senado, un puesto que ocupará el actual senador de Ohio, J.D. Vance.
Aún así, Trump, que asumirá el poder el 20 de enero, podría acogerse a los Nombramientos en Receso, una cláusula de la Constitución que afirma que el presidente tiene el poder de llenar todas las vacantes durante un periodo sin sesiones en el Senado.
Gaetz, congresista desde 2017, es considerado uno de los mayores agitadores de la Cámara de Representantes, miembro del ala más radical de los republicanos y alineado plenamente a los deseos de Trump.
Al legislador ya lo había investigado el FBI por acusaciones de tráfico sexual que incluían a una joven de 17 años, pero las pesquisas se cerraron el año pasado sin cargos en su contra.