El presidente Trump nominó a Stuart Levenbach como el próximo titular de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, utilizando una maniobra legal para mantener a su jefe de presupuesto, Russell Vought, como director interino de la agencia mientras la Casa Blanca continúa con su plan de cerrar la dependencia de protección al consumidor.
Levenbach funge actualmente director asociado en la Oficina de Administración y Presupuesto y está encargado de asuntos relacionados con recursos naturales, energía, ciencia y temas de agua. El currículum de Levenbach muestra una amplia experiencia en el manejo de temas científicos y de recursos naturales, actuando como jefe de despacho de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) durante el primer mandato de Trump.
La nominación de Levenbach no está destinada a pasar por el proceso de confirmación, de acuerdo con un funcionario gubernamental que habló bajo condición de anonimato a fin de discutir asuntos de personal. La Ley de Vacantes establece que Vought únicamente puede actuar como director interino durante 210 días, pero ahora que Trump ha nominado a alguien para ocupar el cargo, ese reloj queda suspendido hasta que el Senado apruebe o rechace la confirmación de Levenbach como director. Vought es el jefe de Levenbach.
La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB por sus iniciales en inglés) ha estado sin operar durante gran parte del año. A muchos de sus empleados se les ha ordenado no desempeñar sus funciones, y el único trabajo significativo que realiza la agencia es desmantelar las regulaciones y reglas que implementó durante el primer mandato de Trump y durante la presidencia de Joe Biden.
Como director interino, Vought ha indicado su deseo de desmantelar, o disminuir considerablemente la operación de la oficina.
El más reciente golpe contra la dependencia ocurrió a principios de este mes, cuando la Casa Blanca anunció que no planea retirar fondos de la Reserva Federal, que es de donde la oficina obtiene su financiamiento, para financiar a la agencia más allá del 31 de diciembre. La Casa Blanca y el Departamento de Justicia utilizaron una interpretación legal de la ley que creó la oficina, la Ley Dodd-Frank, que establece que la Fed debe ser rentable para financiar las operaciones de la CFPB. Varios jueces han rechazado este argumento cuando fue presentado por empresas, pero nunca había sido la posición del gobierno hasta este año.
“El hecho de que Donald Trump envíe al Senado a un nuevo nominado para liderar la CFPB no parece ser más que una fachada para que Russ Vought permanezca como director interino indefinidamente mientras intenta cerrar ilegalmente la agencia”, señaló la senadora Elizabeth Warren, la demócrata de mayor rango en la Comisión Bancaria del Senado
Publicidad
La oficina fue creada después de la crisis financiera de 2008 como parte de la Ley Dodd-Frank, la cual fue aprobada para reformar el sistema financiero y exigir a los bancos que mantengan más capital para evitar otra crisis financiera. La CFPB se estableció para ser un defensor independiente de los consumidores, ayudándolos a evitar a actores malintencionados en el sistema financiero.






