La posible salida de TikTok de Estados Unidos podría evitarse mediante un acuerdo que dejaría la operación nacional de la aplicación en manos de inversionistas estadounidenses, según fuentes citadas por CNN.

El esquema —negociado esta semana en Madrid por representantes de EE.UU. y China— contempla que firmas de capital de riesgo, fondos de inversión y empresas tecnológicas, como Oracle, Andreessen Horowitz y Silver Lake, posean hasta el 80 % de participación en una nueva compañía con sede en EE.UU., mientras que los accionistas chinos retendrían menos del 20 %, el máximo que permite la ley que prohibió TikTok en el país.

La propuesta incluye que la junta directiva sea mayoritariamente estadounidense e incluso prevé que uno de sus miembros sea designado por el Gobierno de Donald Trump. Esta disposición ha levantado dudas sobre la verdadera independencia de la empresa frente al poder político y sobre si podría convertirse en un canal de influencia gubernamental sobre una de las plataformas sociales más utilizadas por jóvenes en el país.

El acuerdo aún no está cerrado y se espera que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, lo discutan por teléfono este viernes. Mientras tanto, Trump firmó un decreto que extiende tres meses más la prohibición de TikTok para evitar que la app dejara de funcionar este miércoles. Es la cuarta prórroga desde que la restricción entró en vigor el 19 de enero, un día antes de que Trump asumiera la presidencia.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, reconoció que la amenaza de cierre total de TikTok en EE.UU. fue el “punto de inflexión” que empujó a China a ceder. Este uso de la presión comercial —reforzado por los aranceles del llamado “Día de la Liberación” que prácticamente bloquearon importaciones chinas— muestra cómo la disputa por la app es parte de una negociación más amplia entre Washington y Pekín, en la que se entremezclan comercio, tecnología y geopolítica.

Analistas advierten que este modelo, en el que el Gobierno condiciona la operación de una plataforma social a cambios en su estructura accionaria, puede sentar un precedente de control político sobre aplicaciones extranjeras. Mientras para Trump se presenta como una victoria en términos de “seguridad nacional”, críticos señalan que la medida también asegura un mayor poder de vigilancia sobre la plataforma y podría limitar la independencia de su algoritmo y su contenido.

El acuerdo sobre TikTok se ha convertido, además, en pieza clave de la diplomacia entre ambos países: funcionarios estadounidenses admiten que el avance de las negociaciones es un requisito para una posible reunión entre Trump y Xi el próximo mes.

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