Un tribunal federal de apelaciones del Quinto Circuito, con sede en Luisiana, autorizó al estado de Texas a aplicar una ley estatal que prohíbe ciertos espectáculos de drag queen en espacios públicos. La norma, aprobada en 2023, impone multas de hasta 10 mil dólares a los propietarios de establecimientos que permitan presentaciones de carácter sexual frente a menores.
En septiembre de ese año, un tribunal federal había bloqueado la ley al considerar que violaba la Constitución de Estados Unidos. Sin embargo, el fallo de apelación permite su entrada en vigor mientras el caso regresa a la corte de primera instancia para una nueva revisión.
El tribunal argumentó que la medida solo aplica a espectáculos con contenido sexual explícito y que los demandantes —entre ellos una artista drag, una compañía de entretenimiento y organizaciones LGBTQ+— no demostraron que sus presentaciones cumplan con ese criterio.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que representa a los afectados, calificó la resolución como un ataque a la libertad de expresión. En un comunicado, la organización afirmó que “el drag no es un delito, sino arte y resistencia”, y reiteró su compromiso de continuar impugnando la ley ante los tribunales.




