El proyecto del Tren México-Querétaro, que estuvo en pausa durante casi una década, ha tomado un nuevo impulso bajo el mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum. Este ambicioso proyecto ferroviario, cancelado en su momento durante la administración de Enrique Peña Nieto, ha retomado su curso con la colaboración clave del ejército mexicano y un fuerte enfoque en la infraestructura moderna y el desarrollo regional.
El tren, que conectará la estación Buenavista en la Ciudad de México con Querétaro, es uno de los proyectos prioritarios para la actual administración. Se espera que el tren reduzca significativamente el tiempo de viaje entre ambas ciudades a una hora con cuarenta minutos, operando a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora y con una capacidad de hasta 450 pasajeros por tren. Esta obra se posiciona como un elemento central para mejorar la conectividad y promover el desarrollo en varios estados clave del centro del país. Se espera que la realización del proyecto dure aproximadamente 3 años.
Quién llevará a cabo la obra
El desarrollo del Tren México-Querétaro será dirigido por el Agrupamiento de Ingenieros “Felipe Ángeles”, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes estarán a cargo tanto de la planificación técnica como de la construcción. Con una longitud aproximada de 225 kilómetros, el tren contará con tres estaciones principales: Buenavista en la Ciudad de México, San Juan del Río en Querétaro, y el centro de la ciudad de Querétaro. Además, el proyecto contempla 77 puentes, 12 túneles y una serie de infraestructuras que facilitarán la operación del tren a lo largo de su trayecto.
Uno de los aspectos más destacables es la independencia de las vías ferroviarias: el tren no utilizará las vías actuales de carga, sino que se construirán dos líneas dedicadas exclusivamente al transporte de pasajeros, lo que permitirá una mayor eficiencia y seguridad en los recorridos.
Primera fase
El anuncio oficial marca el inicio de la fase de estudios preliminares, la cual se extenderá durante los próximos cinco meses y será dirigida por ingenieros militares de Sedena. Estos estudios incluirán el uso de tecnología avanzada, como el Lidar, que facilitará la topografía y el trazado preciso de la ruta ferroviaria.
El proyecto también ha sido coordinado con diversas dependencias federales y estatales, entre ellas la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el gobierno del estado de Querétaro. Cada una de estas entidades jugará un papel clave en el desarrollo y seguimiento de la obra, desde la liberación de derechos de vía hasta la evaluación del impacto ambiental.
Impacto económico
Uno de los objetivos principales del tren es impulsar el crecimiento económico en las regiones por donde pasará, en particular en Querétaro, un estado que ya es conocido por su dinamismo económico y su capacidad de atraer inversiones. El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, destacó que el Tren México-Querétaro abrirá nuevas oportunidades para el turismo, el comercio y la inversión en la región, mejorando la conectividad no solo con la Ciudad de México, sino también con otros estados del norte del país, como Tamaulipas y Sonora, a través de futuros ramales hacia Nuevo Laredo y Nogales.
La construcción del tren generará además una importante cantidad de empleos: se prevé que habrá más de 490 mil puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, a lo largo del proyecto. Este tipo de obras son cruciales no solo por el impacto económico que generan durante su construcción, sino también por los beneficios a largo plazo en términos de desarrollo urbano y regional.
Un proyecto de infraestructura estratégica
Este tren no es el único proyecto ferroviario en marcha durante la administración de Sheinbaum. El gobierno también ha puesto en marcha los estudios para el tren que conectará el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) con la ciudad de Pachuca, y se prevé que pronto inicie la construcción del tren Buenavista-AIFA. Con estos proyectos, la presidenta busca revitalizar la infraestructura ferroviaria en México, un modo de transporte que había sido dejado de lado en décadas recientes.