Las intensas lluvias obligaron a la Marina de Guerra del Perú a suspender temporalmente la búsqueda de entre 30 y 36 desaparecidos tras el hundimiento de dos embarcaciones en el remoto puerto fluvial de Iparia, en la región Ucayali. La tragedia ocurrió el lunes cuando un alud de tierra sorprendió a las naves atracadas y las arrastró al fondo del río Ucayali.
Un equipo de 11 buzos se integró este martes a las operaciones de rescate, que hasta ahora dejan 12 personas fallecidas. Sin embargo, las labores se detuvieron por las fuertes precipitaciones que complican la visibilidad y ponen en riesgo al personal.
La ingeniera Jessica Neyra, del Centro de Operaciones de Emergencia Regional, informó que las tareas se retomarán este miércoles “hasta agotar las últimas esperanzas”.
La operación de rescate
Las labores están encabezadas por la Marina, la Policía Nacional y Defensa Civil. Según las autoridades, una de las embarcaciones afectadas transportaba alrededor de 65 pasajeros y había hecho una parada rumbo a comunidades indígenas aisladas. La segunda nave estaba vacía al momento del deslizamiento.
El capitán de la Marina Jonathan Novoa explicó que se presume que muchos pasajeros no lograron escapar y quedaron atrapados cuando la embarcación se hundió. El plan operativo consiste en extraer las naves para que los buzos puedan verificar si hay cuerpos en su interior.
Vigilia y tensión en la comunidad
La comunidad nativa de Puerto Belén, que participa en los esfuerzos de rescate, advirtió que este miércoles podría completarse “la fase más delicada de la operación”, que implica la recuperación de posibles víctimas atrapadas.
“La confirmación del rescate ha generado una dolorosa expectativa entre los familiares y pobladores que permanecen en vigilia a orillas del puerto”, indicó la comunidad en un comunicado.
Un trágico antecedente
El accidente revive el recuerdo de otros desastres fluviales en la Amazonía peruana. En agosto de 2021, un choque frontal entre dos embarcaciones en el río Huallaga dejó 22 muertos, en un caso donde una de las naves navegaba con sobrecupo.
Mientras tanto, en Iparia, la esperanza se mezcla con la resignación. Las próximas horas serán cruciales para las familias que aguardan noticias a la orilla del río, bajo la misma lluvia que mantiene detenida la búsqueda.






