A través de una petición dirigida a la Asamblea General de la ONU; ONU México y ONU España, Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez, presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro, México y egresado del máster en género, identidad y ciudadanía por la Universidad de Huelva, España, solicitó apoyo a dichas instancias para que intervengan como mediadoras entre el reciente conflicto entre México y España para evitar que escale, debido a que cuenta con mecanismos de mediación y prevención de conflictos para mantener la paz.
De acuerdo con el activista mexicano, el referido conflicto entre México y España se deriva de la historia de la Conquista que aún mantiene abiertas las heridas y eso no permite la conciliación actual entre sus gobiernos. A pesar de que la ciudadanía mexicana y española continúa hermanada desde hace mucho tiempo por compartir la lengua, las raíces históricas, culturales y las acciones de ayuda mutua que también se han dado en el pasado y el presente.
“Las personas mexicanas y españolas también nos hemos ayudado históricamente de muchas formas, por ejemplo, a través del voluntariado, mexicanas y mexicanos como yo, que hemos estado de voluntarios varias veces a España para ayudar en temas ecológicos, sociales y culturales. Así como españolas y españoles que también han estado en México ayudando a quienes más lo necesitan. Además de que durante esas visitas, también han podido descubrir las maravillas culturales de cada país, pero sobre todo el corazón inmenso de la gente que vas conociendo, porque igual que tú sabe que el granito de arena que ponemos voluntariamente para ayudar nos sirve a toda la humanidad, nos une y nos hace mejores personas. Por eso no puedes olvidar tampoco, la calidez de la gente que te recibe al llegar a su país, con una sonrisa que te abraza para que te sientas como en tu segundo hogar, convirtiéndote en ese momento y sin darte cuenta en un ciudadano o ciudadana del mundo que desarrolla un sentimiento de pertenencia a una comunidad mundial emergente y cuyas acciones contribuyen a la construcción de los valores y las prácticas de ese lugar. Además de contribuir a promover el diálogo intercultural y las estrategias de resolución de conflictos para ayudar a reducir las violaciones de los derechos humanos”. Expresó el presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro, México.
En el mismo tenor, Ramos Gutiérrez recordó que el concepto de “Ciudadanía Mundial” nació con las Naciones Unidas, con la participación de la sociedad civil y las “Organizaciones No Gubernamentales” (ONG). En respuesta a las crisis mundiales y con lo que las Naciones Unidas han alcanzado varios hitos fundamentales en los últimos años, como la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París en 2015 y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares en 2017. La consecución de estos éxitos habría sido imposible sin el apoyo resuelto y decidido de miles de ONG de todo el mundo.
Finalmente, el maestro en estudios de género, identidad y ciudadanía de la Universidad de Huelva, España, manifestó su confianza en la ONU, debido a que dicho organismo ha contado desde sus inicios con mecanismos de mediación y prevención de conflictos que ha utilizado a lo largo de la historia en numerosas ocasiones y que el complejo mundo de hoy hace más indispensables que nunca.
“Esperamos una respuesta positiva de parte de la ONU para que intervenga como mediadora en el conflicto entre México y España para que no escale y se le pueda buscar solución que por fin sane las heridas, ante todo, mediante la negociación, la mediación, la conciliación, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección. Tal como lo indica el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas. Además de que la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, la Comisión de Consolidación de la Paz y el Consejo de Derechos Humanos desempeñan un papel importante en el asesoramiento, la dirección y el respaldo al trabajo de la ONU para prevenir los conflictos y mantener la paz. Porque la mediación se basa en el consentimiento de las partes en conflicto, de otra manera no puede ocurrir. Las partes deben estar de acuerdo en que un tercero se involucre en el proceso. Con imparcialidad para tratar de hacer el proceso incluyente para que todos, mujeres y hombres afectados por el proceso, participen en él. Respetando siempre el derecho internacional y los diversos marcos de trabajo normativos, sobre todo los que tienen que ver con derechos humanos para lograr alcanzar una paz justa, incluyente y sostenible”. Concluyó el presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro.