López Obrador se despide en el Zócalo destacando sus logros en infraestructura y la “revolución de las conciencias”

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su sexto y último informe de gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México, ante una multitud de seguidores y destacadas personalidades de la Cuarta Transformación. En un emotivo discurso, el mandatario hizo un repaso de los logros más significativos de su administración, con un énfasis especial en la infraestructura, la educación y la inclusión financiera, pilares fundamentales de su gobierno.

Transformación del sureste y conectividad nacional

López Obrador destacó el Tren Maya como uno de los proyectos más emblemáticos de su sexenio, que será inaugurado la próxima semana. La obra, con una inversión de 515 mil millones de pesos, promete transformar la movilidad en la región sureste del país, conectando zonas turísticas clave y fomentando el desarrollo económico en áreas históricamente marginadas. Además, mencionó la construcción de seis hoteles en la zona maya y exhortó a los mexicanos a visitar y disfrutar de la riqueza cultural y natural de la región.

Otro hito destacado fue la finalización del Tren Interoceánico, que conecta Coatzacoalcos con Salina Cruz, integrándose al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Esta ruta estratégica fortalece la infraestructura comercial y de transporte del país, consolidando una vía clave para el intercambio de mercancías entre el Atlántico y el Pacífico.

En el Valle de México, López Obrador anunció la inminente finalización del tren suburbano que conectará con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y del Tren Interurbano. Estos proyectos prometen mejorar significativamente la movilidad en la zona metropolitana, inaugurando una nueva etapa en el transporte de pasajeros.

Educación y Banco del Bienestar: inclusión y equidad

La educación también ocupó un lugar destacado en el informe. López Obrador subrayó la creación de las Universidades para el Bienestar en las zonas más pobres de México, donde más de 64 mil estudiantes ya están inscritos. Además, anunció la apertura de un nuevo campus del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Palenque, Chiapas, que ampliará las oportunidades educativas en una de las regiones más marginadas del país.

En el ámbito financiero, el presidente destacó la construcción de 2,700 sucursales del Banco del Bienestar, que ya están operativas en todo el país. Este banco “auténticamente popular” dispersa recursos por 150 mil millones de pesos anuales en programas sociales, contribuyendo significativamente a la economía de las comunidades más vulnerables.

Infraestructura aeroportuaria y protección ambiental

López Obrador también mencionó la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el próximo Aeropuerto de Tulum, así como la remodelación y mantenimiento de diversos puertos y aeropuertos. Agradeció a los ingenieros militares por su papel clave en la realización de estas obras de infraestructura.

En cuanto a la protección ambiental, el presidente celebró la declaratoria del Lago de Texcoco como área natural protegida, resaltando la importancia de esta medida en la conservación del ecosistema de la región.

Despedida y legado

En la parte más emotiva de su discurso, López Obrador anunció que se jubila “con la conciencia tranquila y muy contento”, destacando su satisfacción por haber reducido la pobreza y consolidado importantes avances sociales. Reconoció que aún persisten retos, pero reafirmó que su administración sentó las bases para un México más justo y equitativo.

El presidente también expresó su confianza en Claudia Sheinbaum, presidenta electa y su sucesora, a quien describió como una “mujer experimentada, honesta, de buen corazón y auténtica defensora de la soberanía”. “Me voy tranquilo porque a quien entregaré la banda presidencial es afín a los principios de nuestro movimiento de transformación”, afirmó.

El discurso culminó con un fervoroso “¡Viva México!” repetido tres veces, cerrando así una etapa de su vida política y marcando el fin de un sexenio que, según sus palabras, dejó una huella imborrable en la historia del país.

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