Como cada año, el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl era de los momentos más esperados de la gran noche del fútbol. En su edición LIX, las expectativas estaban puestas en Kendrick Lamar, quien se encargó del show de la noche de este domingo en el juego en el que los Philadelphia Eagles se llevaron el Lombardi tras una victoria de 40 a 22 contra los Kansas City Chiefs. El intérprete contó con invitados especiales como Samuel L. Jackson, Sza y sorpresivamente, con la leyenda del tenis, Serena Williams.
Sólo unos segundos en pantalla fueron suficientes para que la tenista animara a los presentes en el estadio Caesars Superdome de Nueva Orleans, Luisiana. Fue durante la canción Not Like Us que Serena apareció en el escenario de Lamar con un baile C-Walk, el que para muchos estuvo lleno de polémica por su connotación histórica, ya que era usado por pandillas; para otros era sólo una forma de fusionar arte con el ritmo mientras ella se divertía; y algunos más lo relacionaron con un mensaje directo a su ex, Drake, por la comentada tiradera que le hace Lamar precisamente en esa canción, en la que menciona a Serena y con lo que ella deja claro de qué lado está.
“¡Vamos Super Bowl! Morí un poco 💃🏿”, escribió Serena en sus redes sociales sobre su participación, para la que llevó un look de falda azul marino, plisada y con vuelo; además de playera blanca con cuello V y una chaqueta azul a la altura de la cintura. Un par de tenis celestes y calcetas blancas, además de un peinado de rizos alborotados pusieron el toque final.