La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro se suma a la conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Down, el 21 de marzo; la fecha se adoptó desde el año 2012 por un decreto establecido en las Naciones Unidas, con el objetivo de crear conciencia dentro de la sociedad acerca del valor que tienen estas personas, a pesar de su discapacidad intelectual.
A nivel mundial, se estima que la incidencia de este síndrome se encuentra entre uno de cada mil y uno de cada mil 100 recién nacidos. De acuerdo con datos preliminares de la Dirección General de Información en Salud durante 2018, en México nacieron 351 niñas y 338 niños (689 en total) con Síndrome de Down.
El lema de 2024 es “Acabar con los estereotipos”. Porque la mayoría de estos son limitantes, ya sean positivos, negativos o neutros. Son ideas falsas, preconcebidas que nada tienen que ver con la realidad.
Un estereotipo es una idea preconcebida que la gente tiene sobre cómo es alguien o algo pueden ser positivos, negativos o neutrales, y a menudo son imprecisos o erróneos. Además suelen basarse en información limitada o en experiencias personales.
Para las personas con Síndrome de Down y discapacidad intelectual, los estereotipos pueden hacer que dejemos de tratarlos como a los demás. Se les trata como a niños, se los infravalora y excluye. En ocasiones, sufren malos tratos o incluso abusos.
El Síndrome de Down es una alteración genética. En ella, la persona tiene 47 cromosomas, en vez de los 46 usuales. La mayoría de los casos tienen una copia extra del cromosoma 21, de ahí que también se le llame “Trisomía 21”.
No se sabe con certeza cuántos factores están relacionados con esta alteración cromosómica. Sin embargo, la edad de la madre es un factor que aumenta el riesgo: las mujeres que se embarazan a los 35 años o más tienen más probabilidad de tener un bebe con síndrome de Down.
Tener una copia extra cambia la forma en que el cuerpo y el cerebro del bebé se desarrollan, de ahí que el Síndrome de Down tenga efectos sobre las características físicas, la salud y el aprendizaje.
Es frecuente que se presente en las niñas y niños con Síndrome de Down el occipital aplanado, microcefalia y piel redundante alrededor de la nuca, los ojos presentan una forma oblicua hacia arriba. Además, pueden observarse unas pequeñas decoloraciones blanquecinas o grisáceas que se localizan en la periferia del iris del ojo humano como consecuencia del acúmulo del exceso de tejido conectivo, las orejas suelen ser pequeñas y redondeadas, las manos son a menudo cortas y anchas, y tienen un pliegue palmar transversal único, también los dedos suelen ser cortos, con clinodactilia del quinto dedo, que con frecuencia tiene solo dos falanges.
La atención a las personas con esta afección se enfoca en ayudarles a desarrollarse a su máximo potencial. Esto puede incluir terapia del lenguaje, ocupacional y física, y podrían requerir apoyo extra en la escuela. Pueden requerir apoyo médico de las áreas de Cardiología Pediátrica y Endocrinología para el tratamiento de las patologías relacionadas. Para más información con relación a la atención de este síndrome acude al Centro de Salud.