Rusia acusó a Ucrania del ataque que dejó 21 muertos el sábado en Belgorod, el más mortífero para la población civil en territorio ruso desde el inicio del conflicto, en febrero de 2022.

Moscú dijo que el ataque, ocurrido un día después de que bombardeos masivos dejaran 39 muertos en Ucrania, “no quedará impune”.

En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU solicitada por Rusia, el embajador de ese país ante el organismo, Vasili Nebenzya, explicó que Kiev atacó un centro deportivo, una pista de patinaje y una universidad.

“Para aumentar el número de bajas del ataque terrorista ellos usaron munición de racimo”, indicó Nebenzya.

“Fue un ataque deliberado e indiscriminado contra un objetivo civil”, añadió el representante ruso.

El número de víctimas mortales en Belgorod es de 21 y los heridos superan el centenar, según el último balance comunicado por el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.

“Hemos asistido a las peores consecuencias de los bombardeos del ejército ucraniano en los dos últimos años”, lamentó el gobernador de la región, Viatcheslav Gladkov.

El ministerio de Defensa ruso prometió que este ataque no quedará “impune” y el de Relaciones Exteriores acusó a Kiev de atacar “de manera deliberada aquellos lugares donde se concentran los civiles”.

Las fuerzas rusas lograron interceptar dos misiles y “la mayoría” de los cohetes lanzados contra la ciudad, añadió el ministerio, lo que evitó un número de muertos “infinitamente más grave”. Sin embargo, varios cohetes y restos de misiles cayeron sobre Belgorod.

El presidente ruso, Vladimir Putin, fue “informado” del ataque a “barrios residenciales”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según agencias rusas.

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