El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro es “intolerable” para Estados Unidos, en un contexto de nuevas sanciones anunciadas por la administración de Donald Trump contra familiares del mandatario sudamericano.
Rubio reiteró las acusaciones de Washington contra Caracas, al señalar que el actual “statu quo” implica colaboración del gobierno venezolano con organizaciones criminales y terroristas que, dijo, amenazan los intereses nacionales de Estados Unidos. Aseguró que el objetivo de la Casa Blanca es modificar esa dinámica mediante el uso de “todos los elementos del poder nacional”.
Las declaraciones se dieron luego de que la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, señalara que Trump pretende mantener la presión hasta forzar la rendición de Maduro, en referencia a las acciones militares y económicas emprendidas por Washington.
En respuesta, el canciller venezolano Yván Gil acusó a Rubio de actuar con deshonestidad y de promover una agenda de confrontación contra América Latina y el Caribe. Sostuvo que la política estadounidense busca el control de los recursos naturales de Venezuela, particularmente el petróleo, y rechazó cualquier intento de intervención militar.
En paralelo, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció una nueva ronda de sanciones contra familiares de Maduro, la segunda en pocas semanas. Entre los afectados se encuentran parientes de Carlos Erik Malpica Flores, así como la cuñada del mandatario venezolano.
El gobierno estadounidense ha defendido estas medidas como parte de una estrategia para combatir el narcotráfico y la criminalidad transnacional. Sin embargo, en los últimos meses, fuerzas militares de EE.UU. han realizado decenas de ataques letales contra presuntas embarcaciones vinculadas al narcotráfico, acciones que han generado cuestionamientos en el Congreso.
Trump no descartó recientemente un conflicto armado con Venezuela y anunció un “bloqueo total y completo” de petroleros sancionados que operan desde y hacia ese país, sin comprometerse a informar previamente al Congreso sobre un eventual acto de guerra.
Desde Washington, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Tommy Pigott, sostuvo que la administración Trump continuará desmantelando la red de personas que, afirmó, sostienen al régimen de Maduro y amenazan la estabilidad regional.




