Casi dos semanas de espera, días de preparativos y casi una hora de preguntas y respuestas no han servido para despejar la incógnita sobre si el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, debe presentarse a la reelección. Al terminar la rueda de prensa de la cumbre de la OTAN, las cosas quedaron más o menos como estaban al empezar. Biden se mostró en mucha mejor forma que en el desastroso debate contra Donald Trump del 27 de junio, pero sus errores no permiten ahuyentar el fantasma de que sus 81 años pesan demasiado para ganar las elecciones y para afrontar un hipotético segundo mandato.
El presidente de Estados Unidos retomó este viernes la campaña electoral, pero sin despejar las dudas de los demócratas sobre su candidatura. El jueves se reunió con el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, para analizar los pasos a seguir.
Biden tuvo dos bailes de nombres el jueves de los que circulan a toda velocidad por las redes sociales, mutándose en memes y amplificando su efecto. En la cumbre de la OTAN, presentó al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, como “presidente Putin” y en la rueda de prensa se refirió a su número dos, Kamala Harris, como “vicepresidente Trump”. Excepto esos lapsus y algún que otro traspié dialéctico, por lo general contestó las preguntas con convicción y argumentos, mostró su conocimiento de la política exterior y se reiteró dispuesto a seguir como candidato.