La Dra. Teresa García Gasca reflexionó en torno a cuatro acciones: diversidad social, el aumento y mejora de la distribución de recursos, más evaluaciones e incrementar las pruebas de desempeño durante todo el proceso de educación básica y media superior.

Dentro de su participación en el noticiario Presencia Universitaria, la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Dra. Teresa García Gasca, realizó un análisis sobre los resultados y qué acciones pueden realizarse a partir de la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), un estudio coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Esta prueba se aplica en jóvenes de 15 a 16 años y en 2003 solo el 58.1 por ciento de la muestra se encontraba estudiando en instituciones de educación media superior, mientras que este 2022 el porcentaje ascendió a 72.6, lo que significa un incremento en la cobertura y acceso, subrayó. De forma general, en la prueba, México se coloca en el lugar 51 de un total de 81 y en el quinto entre los países de América, debajo de Canadá, Estados Unidos, Chile y Uruguay, dijo.

“En la prueba Planea, que hace el examen al último grado de la educación media superior (…), el 44.3 por ciento de las y los estudiantes están en el nivel más bajo en lenguaje, comunicación y lectura, mientras que el 75.6 por ciento se ubica en el nivel más bajo de matemáticas, entonces, sigue siendo el gran problema. En la evaluación diagnóstica 2022-2023 para el tercer grado de secundaria, los datos se repiten: el 35.6 por ciento se encuentra en el nivel más bajo en lectura y comunicación y el 70.7 en matemáticas”, contextualizó.

Mientras que en la prueba PISA, señaló, el apartado de lenguaje, comunicación y lectura se obtuvo que el 47 por ciento están por debajo del nivel dos, el nivel mínimo para considerar competencias en el rubro; y en matemáticas se alcanzó el 65.8 por ciento.

“Estamos muy por debajo de la media de los países en general, de los que formamos parte de la OCDE, entonces, si no logramos el nivel dos, estamos indicando que nuestras y nuestros estudiantes no están preparados para una vida plena en la economía avanzada y la democracia madura, eso es digamos la interpretación de estos puntajes; y que los niveles cinco y seis, cuando hay muy pocos estudiantes, refieren que no se está formando bien a quienes tendrán que ocupar los cargos de toma de decisiones en un futuro”, pormenorizó.

A ello, continuó, deben sumarse las consecuencias de la pandemia, cuyos efectos también pueden visualizarse en los resultados de la prueba; incluso en países como Canadá y Estados Unidos, que suelen tener altas puntuaciones en este tipo de evaluaciones. En particular, para México, los resultados PISA deben dirigirse a mejorar la estrategia nacional para la educación a través de cuatro acciones, explicó la Dra. García Gasca: considerar la diversidad social; el aumento y mejora de la distribución de recursos educativos; más evaluaciones estandarizadas, que nos proporcionen métricas propias; e incrementar las pruebas de desempeño, durante todo el proceso de educación básica y media superior.

“Tenemos que tener en cuenta la diversidad social, no tenemos las mismas condiciones a lo largo y ancho de nuestro país, incluso de estado (…), deben generarse estrategias para ampliar las habilidades, disminuir la brecha digital y de infraestructura y, por lo tanto, pues aumentar los recursos, sabemos que nosotros (…) estamos por debajo del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, cuando la Ley General de Educación marca el ocho por ciento (…). También hay que mejorar la distribución de los recursos y su distribución, desarrollar otras evaluaciones estandarizadas propias para el país (…), optar por más estrategias que nos permitan identificar debilidades del sistema educativo mexicano y echarlas a andar para aumentar estos puntajes que nos van a hablar de la adquisición de habilidades para el futuro de nuestras y nuestros jóvenes. Hay que aplicar pruebas de desempeño durante todo el proceso de educación básica y media superior, es decir, no solamente hace pruebas al final sino desde la educación preescolar o los inicios de la educación primaria, debe monitorearse todo el trayecto de la vida de las y los estudiantes para que podamos garantizar que cuentan con las herramientas necesarias”, enfatizó.

Finalmente, la Rectora invitó a la comunidad universitaria a colaborar en el Diagnóstico Institucional Participativo de Igualdad de Género y no Discriminación 2023, dando respuesta a una encuesta disponible en https://uaqedvirtual.uaq.mx/saed/encuestas/detalle/3, que cerrará el próximo 31 de enero de 2024.

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